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Delegados del gobierno y de la oposición de Venezuela vuelven a verse las caras este jueves en República Dominicana, en una tercera ronda de negociaciones cuyo punto álgido son las condiciones electorales para las presidenciales de este año.

La cita, de dos días, ocurre en momentos de creciente tensión: el gobierno amenaza con anular la participación en los comicios de los principales partidos de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y un sector de esta coalición opositora promete retomar las protestas si el diálogo no funciona.

«Pareciera estar en el ambiente que no vamos a poder avanzar en esa supuesta negociación. Si fracasa, este partido va a estar en la calle defendiendo los derechos de la gente», dijo el diputado Juan Andrés Mejía.

Este parlamentario de Voluntad Popular, partido del líder opositor Leopoldo López -en arresto domiciliario-, aseguró que la negociación solo funcionará si el gobierno se compromete a que las presidenciales sean «justas».

«No necesitamos ir a República Dominicana si no quieren, váyanse a las calles, en las calles los esperamos», lo retó el ministro de Comunicación y principal delegado oficialista en el diálogo, Jorge Rodríguez.

A las tensiones se sumó el asesinato el miércoles de un diputado de la oficialista Asamblea Constituyente, lo que Rodríguez atribuyó preliminarmente a un «sicariato político».

En este clima se sentarán a la mesa al final de esta tarde, en pleno recrudecimiento de la crisis de este país petrolero agobiado por la escasez y una inflación de más de 2.000%, que ha detonado en las últimas semanas pequeñas pero múltiples protestas por falta de alimentos.

Un proceso complejo 

La Asamblea Constituyente ordenó a las mayores fuerzas de la MUD -Voluntad Popular, Primero Justicia y Acción Democrática- reinscribirse ante el poder electoral para poder disputar las presidenciales, porque se negaron a ir a los comicios municipales de diciembre denunciando un sistema comicial «fraudulento».

El poder electoral anunció este jueves que ese proceso se realizará el 27 y 28 de enero.

El diputado Luis Florido, enviado de Voluntad Popular a Santo Domingo, aseguró que el reconocimiento de los partidos y la renovación del Consejo Nacional Electoral (CNE), acusado de servir al gobierno, son puntos vitales para que el diálogo funcione.

«No veo al gobierno muy dadivoso, así que no creo que sea la última ronda, porque no estamos dispuestos a aceptar cualquier acuerdo. Elecciones justas y libres, sin presos, solución a la emergencia humanitaria y la hiperinflación», dijo Florido a la AFP.

La Constituyente ordenó en diciembre la excarcelación de 80 opositores, algo considerado insuficiente por la MUD. La ONG Foro Penal precisó a la AFP este jueves que sólo liberaron a 48, y aún quedan 214 «presos políticos».

Por su parte, el gobierno exige que la oposición reconozca a la Constituyente -iniciativa de Maduro que rige el país con poderes absolutos desde agosto-, y varios de sus funcionarios han asegurado que las presidenciales se realizarán con el mismo poder electoral.

«Se necesita una instancia creíble que llegue a acuerdos que se puedan cumplir», dijo a AFP el analista económico Asdrúbal Oliveros, al advertir que «en dos días» no se resolverá el conflicto.

Pero el canciller dominicano, Miguel Vargas, es optimista. Las partes «han mostrado un gran compromiso con este diálogo. Esperamos que arribemos a un acuerdo definitivo», acotó.

«Un diálogo sereno» 

Pero las nubes negras no solo se ven en casa: la permanencia de México y Chile como facilitadores podría estar en riesgo.

«En camino a República Dominicana a negociación. Si no hay resultados concretos y creíbles ya, entonces no tendrá ningún sentido seguir adelante», escribió este jueves en Twitter el canciller chileno, Heraldo Muñoz.

Su homólogo mexicano, Luis Videgaray, ya había denunciado que «decisiones del gobierno venezolano» no son congruentes «con lo que se ha venido hablando».

También acompañan el proceso Nicaragua, Bolivia, San Vicente y las Granadinas, el presidente dominicano, Danilo Medina, y el exjefe de gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero.

El papa Francisco, que abogó en diciembre por el «diálogo sereno en Venezuela«, advirtió el lunes en el Vaticano sobre la «crisis política y humanitaria cada vez más dramática» del país petrolero.

«La Santa Sede desea que se creen las condiciones para que las elecciones previstas durante el año en curso logren dar inicio a la solución de los conflictos», acotó Francisco. El Vaticano ya fue mediador de un diálogo que fracasó en Caracas en 2016.

Las elecciones deben realizarse para fines de este año, pero analistas y opositores no descartan que la Constituyente adelante los comicios, aprovechando divisiones de la MUD.




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