La guerra que azota a Sudán del Sur desde hace más de tres años,causaron una situación de hambruna en diferentes zonas, dejando a la mitad del país pasando hambre, declarado Isaiah Chol Aruai, presidente de la Oficina Nacional de Estadísticas de Sudán del Sur.
La convergencia de pruebas muestra que los efectos a largo plazo del conflicto, junto con los altos precios de la comida, la crisis económica, la baja producción agraria y las mermadas opciones de subsistencia resultan en 4,9 millones de personas afectadas por la hambruna, afirmó.
La clasificación del hambre se corresponde con una escala reconocida internacionalmente en la que una falta extrema de alimentos comporta la inanición y la muerte.
Eugene Owusu afirmó que el conflicto y la inseguridad en la que viven los trabajadores humanitarios, que han sido atacados durante el ejercicio de su profesión, así como el robo de donativos para damnificados, han agravado la crisis.
"Me gustaría aprovechar esta ocasión para instar al Gobierno, a las partes beligerantes y a todos los actores a apoyar a los trabajadores humanitarios a proveer el acceso necesario y que sigan haciendo llegar nuestros servicios de socorro a las personas necesitadas", declaró el coordinador.
La guerra en Sudán del Sur, rico en petróleo, estalló en 2013, dos años después de su independencia, después de que el presidente Salva Kiir acusara a su exdiputado Riek Mashar de planear un golpe de Estado.
El acuerdo de paz firmado en agosto de 2015, que facilitó la formación de un Gobierno de unidad, quedó en agua de borrajas a causa de los combates que estallaron en Juba en julio del año pasado.