El Grupo de Lima, que reúne a trece países americanos contrarios al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, manifestaron este martes su preocupación por la llegada el domingo al territorio venezolano de dos aviones rusos, supuestamente con militares y 35 toneladas en material aún no especificado.
En un comunicado conjunto, el Grupo de Lima condenó "cualquier provocación o despliegue militar que amenace la paz y la seguridad en la región".
Este frente multilateral que pide la salida de Maduro del poder por considerarlo ilegítimo exhortó a los Estados que todavía tienen vínculos de cooperación con el Gobierno venezolano a encontrar soluciones para restaurar la democracia y el orden constitucional en el país.
La petición está firmada por los Gobiernos de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía.
Las dos aeronaves aterrizaron el domingo en el aeropuerto internacional de Maiquetía, el principal de Venezuela y que sirve a Caracas, y de acuerdo al diario El Nacional a bordo había unos 100 militares.
La Cancillería rusa defendió este mismo martes la presencia de militares rusos en Venezuela, que ha sido muy criticada por Estados Unidos y la oposición venezolana.
La portavoz rusa de Exteriores, María Zajárova, explicó que la presencia del contingente militar es parte de un acuerdo bilateral entre ambos países y no requiere la "aprobación adicional" de la Asamblea Nacional de Venezuela, liderada por Juan Guaidó, reconocido por más de 50 países como presidente interino del país.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, advirtió el lunes en conversación telefónica a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, de que su país no permanecerá de brazos cruzados mientras Rusia "exacerba" la tensión en Venezuela.
Asimismo, la Organización de los Estados Americanos (OEA) calificó el mismo lunes de "inadmisible" la llegada de tropas rusas a Venezuela para prestar apoyo al "régimen usurpador" de Maduro.