El jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, quien hace dos días se adjudicó las competencias del Ejecutivo como presidente interino, dijo este viernes que si las autoridades del país llegaran a meterlo tras las rejas sería un «golpe» de Estado pues, reiteró, su autoridad es legítima.
«Se ha corrido mucho el rumor de si me van a meter preso o no (…) golpe sería si me llevan, eso es un golpe», dijo a modo de respuesta al jefe del Estado, Nicolás Maduro, que le acusa de golpista por haber jurado como presidente interino.
Guaidó cree que hasta ahora no lo han detenido -pese a que la Justicia emplazó a la Fiscalía a determinar responsabilidades por su accionar- porque su actuación se apega a un marco constitucional.
Dijo también que el Gobierno ha mostrado la misma retórica de siempre al acusar nuevamente de golpismo a la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), de mayoría opositora.
«Si se atreven a secuestrar el poder, a secuestrar de nuevo al presidente de la única institución legítima (…) yo les pido mantenernos en la ruta, pacífica y de manera no violenta, pero con mucha contundencia y en cada calle, rincón de Venezuela exigiendo lo que nos corresponde por la libertad, por el futuro de nuestros hijos», expresó.
Señaló que ejercerá sus funciones (ejecutivas) en la calle, y recordó que los diputados están trabajando para lograr el «cese de usurpación» de Maduro, crear las condiciones para instalar un «gobierno de transición» y posteriormente convocar a «elecciones libres».
«Entendiendo que estamos en una dictadura, entendiendo que siguen usurpando la banda presidencial y algunos pocos usan las bayonetas de la República para amedrentar pero aquí estamos con el pecho y el corazón en la calle», agregó en alusión a las protestas antigubernamentales de esta semana que han dejado 26 muertos según datos no oficiales.