Funcionarios de la Guardia del Pueblo tomaron el control de los llenaderos de pozos profundos, para evitar que los dueños de los camiones cisternas cobren montos excesivos por el agua que llevan a las comunidades.
Tanto en el llenadero de la avenida Hispanidad como en el del centro comercial Las Palmas, en la avenida Aranzazu, se apostaron varios efectivos militares. Un funcionario de la gobernación es el encargado de llevar el control del despacho de los cisternas.
En la avenida Aranzazu, Emilio Córdova, representante del Ejecutivo regional, informó que en lo adelante se les permite a los camioneros, sacar un viaje gratis para una comunidad en específico y otro para sus clientes. Cuando el servicio es para la comunidad, llenan el camión gratis, pero cuando es para un particular, deben colaborar con 10 mil bolívares, para el mantenimiento de la bomba. Esta política también se aplica en Guaparo.
Adicionalmente se estableció que cuando el servicio es para un cliente, el monto a cobrar no puede estar por encima de los 300 mil bolívares. Según se conoció, hasta 800 mil bolívares llegaban a cobrar por un cisterna.
Cuarenta camioneros hacen cola diariamente para llenar en Las Palmas, a razón de 40 minutos de espera para cada uno de ellos. La cantidad de viajes que realizan va depender de la distancia donde tengan que ir a llevar el agua.
Se le da prioridad a los cisternas representantes de instituciones, es decir de centros de salud, bomberos, escuelas etcétera.
Este plan de abastecimiento fue bien recibido en las comunidades, pero rechazado por algunos camioneros. Jesús Ramírez, por ejemplo, consideró injusto que si hace seis viajes en un día, sólo pueda sacarle provecho económico a tres.
Citó que por lo general tiene que esperar hasta dos horas para llenar, lo cual representa pérdida para él. Dijo que tiene como cliente a un coronel que vive en la urbanización El Parral, quien se comprometió a pagarle 400 mil bolívares por cisterna y pidió tres. Está dispuesto a cobrar ese monto, porque fue lo acordado.
Rodríguez comentó que un litro de aceite cuesta 150 mil bolívares y un caucho 12 millones, pero el gobierno no hace nada para detener esos precios. Su medio de trabajo es el camión y de allí debe sacar para su mantenimiento.
Milton Paredes expresó que el gobierno debería asumir alguno de los costos de los traslados, porque es muy fácil ponerlos a trabajar gratis, pero los camioneros deben cubrir todo lo que implique desgaste del vehículo. Además ellos no son responsables de lo que ocurrió en Pao –La Balsa.
Bruno Gil manifestó que la gobernación debería poner a trabajar sus propios camiones.
Cuando El Carabobeño estuvo en el sitio, no se estaba cargando a los camiones, porque había que esperar dos horas para que se llenara el tanque.
SIN AGUA
En los barrios Luis Herrera y Bella Vista uno, vecinos aseguraron que el agua sólo les llega los días martes y viernes, con el agravante de que el pasado martes no les llegó. Esto los ha obligado a pedir la colaboración de los que tienen pozos en sus patios, para poder abastecerse del líquido.
En Bella Vista los integrantes de la familia Lucena, siete en total, decidieron que mientras no llegue el agua con regularidad, sólo se bañarán dos veces a la semana, porque comprarla representa un gran gasto. Algunos niños son excluidos de la medida por el calor que hace a diario.
Un recipiente relativamente grande, lo compran en 10 mil bolívares, por lo que no lo pueden gastar tan rápido. La prioridad es la comida.
