(Foto Dayrí Blanco)

Dayrí Blanco | @DayriBlanco07

Antes de las 8:00 a.m. comenzó la organización. Las órdenes de los funcionarios no cesaban. Las cuatro unidades de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) con la capacidad de desplegarse para trancar vías se movieron desde la parte trasera del Palacio de Justicia de Valencia hacia el frente, en plena avenida Aranzazu. Lo mismo hicieron los dos vehículos tácticos lanza agua — conocidos como ballenas — y las cinco tanquetas desde las que se accionan las bombas lacrimógenas. El plan acostumbrado se siguió a la perfección. Antes de la llegada de las movilizaciones opositoras de este 1 de Mayo en Carabobo, ya todo estaba listo.

Los uniformados de la GNB no estaban solos. El piquete antimotín lo conformó más de 200 funcionarios con una comisión mixta en la que también participó la Policía Nacional Bolivariana (PNB), cuyos hombres a las 10:00 a.m. se les veía al frente de la operación, esperando las marchas que partieron de diversos puntos del norte y sur de Valencia.

El piquete antimotín lo conformó más de 200 funcionarios con una comisión mixta en la que participó PNB. (Foto Dayrí Blanco)

 

Las órdenes continuaban. Esta vez fue un teniente coronel de la GNB que no quiso identificarse. Él recibió a la comisión de dirigentes políticos que se adelantó a la movilización para evitar confrontación. “Deben decirle a su gente que se mantenga alejada de nuestro piquete”, les dijo. “¿Qué tan lejos?” — preguntó Armando Amengual, secretario de organización de Primero Justicia en la entidad — “Unos 20 o 30 metros”, respondió el uniformado.

La información llegó a través de las cornetas dispuestas por la oposición a todos los presentes. Pero pocos hicieron caso. Al llegar todas las marchas al lugar (partieron desde la avenida Bolívar con calle 137 de Prebo, avenida Andrés Eloy Blanco, La Isabelica, Santa Rosa y la avenida Enrique Tejera) no fue posible contener a la multitud. Las expresiones de repudio contra los uniformados fueron insistentes. Ya es una constante en estas manifestaciones.

Una vez más escribieron mensajes sobre la pared desplegada por la GNB y sus tanquetas. Gritaron consignas y elevaron pancartas con mensajes que exigía la convocatoria a elecciones generales y al rescate de la democracia en el país. Todo eso, mientras los diputados de la Asamblea Nacional Ángel Álvarez Gil y Romni Flores; junto al secretario de Acción Democrática, Rubén Limas; el alcalde de Bejuma, Ramón Rodríguez; el director general de la alcaldía de San Diego, Enzo Scarano; el concejal de Naguanagua, Francisco Pérez Lugo; y el de San Diego, Ronald González; entraron a la sede del Palacio de Justicia a entregar un documento en el que exigen la restitución del hilo constitucional, liberación de presos políticos y la convocatoria a elecciones. La juez de guardia, Carmen Eneida Alves Navas, recibió el manifiesto. En su carné se lee que es representante de la sala electoral como magistrada suplente.

Manifestantes escribieron mensajes sobre la pared desplegada por la GNB y sus tanquetas. (Foto Dayrí Blanco)

La atención de los manifestantes se centró después en la tarima improvisada dispuesta en la esquina de la avenida Aranzazu con Lara. Ahí, dirigentes sindicales de Corpoelec, Empresas Polar y del sector construcción, dejaron claro su descontento con el aumento salarial que apenas cubre 26,6% de la necesidad diaria de alimentación y la urgencia de un cambio político en el país. A las 12:00 p.m. la actividad concluyó. La dirigencia política se retiró del lugar. Pero la ya tradicional frase “a la autopista” se volvió a escuchar.

Por la avenida Lara y la Cedeño se movilizó la mayoría de quienes acompañaron a la MUD en su convocatoria. Ahora era el turno de la protesta espontánea. Al llegar a la Autopista del Este el consenso fue caminar hasta San Blas, en el recorrido se vio a habitantes de comunidades identificadas anteriormente con el chavismo, con banderas de Venezuela apoyando la movilización. Ahí, otro piquete de la GNB y PNB los esperaba. Una vez más dieron órdenes: “Están siendo grabados con cámaras de alta definición. Vemos encapuchados con piedras en las manos y eso quiere decir que su manifestación no es pacífica sino violenta. Las motos y sus placas también están siendo grabadas y podremos ubicarlos fácilmente. Retírense del perímetro de seguridad”, se escuchó a través de un altavoz.

 

Poco menos de 10 minutos después comenzó la represión. Fueron 21 bombas lacrimógenas las que disparó la GNB contra los manifestantes. Justo cuando la lluvia comenzó a caer con fuerza y el efecto de los gases se intensificó. La manifestación no se disolvió, solo se mudó de lugar hasta el Distribuidor El Trigal. Mientras tanto, sobre el asfalto mojado niños de las comunidades cercanas jugaban fútbol con los restos de las bombas. Los funcionarios ya no daban órdenes, solo hablaban entre sí en medio de la calma del momento.

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