El acuerdo que efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana concretaron en horas de la mañana con ciudadanos que participaban en el «Gran Plantón» en el municipio San Diego, fue incumplido pasado el mediodía. Los manifestantes no trancaron la Variante San Diego Bárbula, sin embargo fueron víctimas de la represión que se había pactado evitar.
El bombardeo de gases lacrimógenos y pimienta contra los protestantes que se encontraban en la parte superior del distribuidor, cercano a la urbanización El Tulipán, afectó a niños, ancianos y todos los habitantes de los edificios adyacentes.
Los manifestantes cumplieron lo acordado. Se mantuvieron fuera de la autopista pero la GNB no supo cumplir lo prometido.
A las 4:00 p.m. se repitió la historia. Una lluvia de bombas lacrimógenas fue el primer anuncio. El ataque se prolongó hasta pasadas las 11:00 p.m.. De manera intermitente, los artefactos caían en los estacionamientos de los edificios de las urbanizaciones Tulipán y el Remanso. La detonación de perdigones se escuchó de manera insistente. Dos jóvenes resultaron heridos.
En el lugar, un equipo de El Carabobeño encontró una bomba lacrimógena cuyo registro indicaba como fecha de elaboración abril de 2008 y de vencimiento, abril de 2013. El detonante es marca Condor, elaborado en Brasil y en la etiqueta advierte que su uso después de la fecha de vencimiento es peligroso.