El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, instó este viernes a la comunidad internacional a dar un apoyo masivo a Pakistán, devastado por unas inundaciones sin precedentes atribuidas a la crisis climática que han causado unos 1.400 muertos y millones de afectados.
«Pakistán necesita un apoyo financiero masivo para responder a esta crisis que le ha costado, según algunas estimaciones, alrededor de 30 mil millones de dólares y contando», dijo Guterres en compañía del primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, en una declaración a la prensa.
El secretario, que aseguró no haber visto nada similar a lo que sucede en Pakistán debido al impacto del cambio climático, comprometió el apoyo de la ONU para movilizar a la comunidad internacional.
«Es como si la naturaleza hubiera atacado a los objetivos equivocados», dijo Guterres.
El cambio climático
La asistencia de la comunidad internacional no es, a juicio de Guterres, simplemente una necesidad de solidaridad, sino una cuestión de justicia, ya que Pakistán ha contribuido muy poco al cambio climático en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, aunque enfrenta las consecuencias con la mayor rudeza.
Deberían ser los países que cargan con una mayor responsabilidad del cambio climático los que asuman este tipo de desafíos, no aquellos que han contribuido mucho menos, dijo.
«Pakistán no ha contribuido de manera significativa al cambio climático, pero es uno de los más afectados por el cambio climático», agregó Guterres.
Tanto el Gobierno paquistaní como la ONU han relacionado las precipitaciones sin precedentes desde mediados de junio como parte de los efectos del cambio climático, con Pakistán entre los diez países más vulnerables del mundo.
Detrás de las inundaciones de Pakistán está también el rápido derretimiento de los glaciares de la nación, conocida como el «tercer polo» por alojar el mayor número de formaciones de hielo, más de 7 mil, después de los dos polos.
«La década de acción climática que calculamos es ahora y no en 2050. Esta es la nueva normalidad, y es distópica, por lo que cualquier cosa que suceda en un país eventualmente afectará al otro», dijo ayer en una declaración la ministra paquistaní para el Clima, Sherry Rehman.
Ahora para Guterres es absolutamente esencial que la comunidad internacional reconozca esto y muestre justicia efectiva al movilizar un apoyo masivo para el socorro, la rehabilitación y la reconstrucción en Pakistán.
«Le hemos hecho la guerra a la naturaleza y la naturaleza ha contraatacado de manera devastadora», lamentó.
Todo el sistema de la ONU está completamente al servicio del Gobierno y el pueblo paquistaní, aseguró el secretario general de la ONU, que ofreció su voz y la de todas las agencias para ayudar a este país.
Más allá de la capacidad
De acuerdo con los datos que presentó hoy el primer ministro a la prensa, más de 33 millones de personas están en condiciones desesperadas en todo el país, con un gran esperando asistencia.
«El desafío está absolutamente más allá de la capacidad humana; sin embargo, los humanos tienen que manejarlo y lo hacemos», dijo el primer ministro.
El vicepresidente del Centro Nacional de Respuesta y Coordinación de Inundaciones (NFRCC), que coordina la respuesta de las autoridades a la tragedia, Ahsen Iqbal, indicó hoy que las inundaciones actuales son incluso peores que las «súper inundaciones» de 2010, que dejaron cerca de 22 millones de afectados.
El impacto definitivo de estas inundaciones aún esta por cuantificarse, ya que en los próximos meses se espera una caída del 3% en el crecimiento del PIB ya que los cultivos han sido destruidos y muchas fábricas y molinos fueron cerrados.
De acuerdo al balance oficial, casi 1.400 personas, entre ellos medio millar de niños, han muerto desde mediados de junio a causa de las inundaciones, más de 12.000 personas han resultado heridas, más de un millón de casas han sido parcial o totalmente destruidas, y pueblos enteros han sido arrasados.
