El 8 de diciembre de 1813 se estrenó en Viena la Sinfonía nº 7 en LA mayor, opus 92, de Ludwig van Beethoven, dedicada al conde Moritz von Fries.
Fue en un concierto benéfico para soldados heridos en la batalla de Hanau como reacción del maestro de Bonn frente al recorte de la libertad con que amenazaba el avance del ejército de Napoleón.
Dividida en cuatro movimientos, el segundo, el Allegretto, es el más conocido. El mismo Beethoven, que ya padecía sordera, dirigió la orquesta con los músicos más afamados del momento, entre ellos, el compositor Antonio Salieri.
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