Dayrí Blanco | @DayriBlanco07
La crisis penitenciaria se agudiza cada vez más. Los estudios que ha realizado Una Ventana a la Libertad indican que el hacinamiento en centros policiales es de 350%, lo que ha provocado la aparición de una serie de enfermedades de difícil manejo en las cárceles del país.
De una población de 105 mil reclusos en Venezuela, alrededor de 47 mil se encuentran en celdas de cuerpos policiales estadales, municipales, y del Cuerpo de investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
Se trata de cuerpos de seguridad que no deben tener a privados de libertad por más de 48 horas, alertó Carlos Nieto Palma, coordinador general de Una Ventana a la Libertad. “El tribunal tiene dos días para decidir si lo priva o no y designarle el centro de reclusión. Pero eso lo eliminó Iris Varela cuando era ministra y las consecuencias son gravísimas”.
Esto ha ocasionado que se haya desencadenado una serie de patologías que estaban prácticamente erradicadas en el país. “Hay tuberculosis y paludismos, además de VIH-SIDA y enfermedades de la piel como sarna”.
Sin atención médica adecuada y oportuna los riesgos fatales aumentan. “Tenemos casos de presos que han muerto, incluso de desnutrición”. Explicó que en los cuerpos policiales no hay comedores y son los familiares los que a diario deben llevarle la comida, la mayoría de ellos sin posibilidades económicas.