Univisión Noticias difundió las declaraciones de Eduard Jesús Caraballo López, el venezolano que presenció los acontecimientos que dieron origen al incendio que cobró la vida de 40 personas, muchos de ellos connacionales.

Caraballo López se encontraba entre las personas retenidas ese día, el 27 de marzo. El recordó que un grupo de guatemaltecos , que ya sumaban 20 días encerrados, exigía a los custodios que les dieran agua potable.  No hubo respuesta, lo que aumentó la tensión y expandió el rumor, según el cual serían enviados a Ciudad de México para su posible deportación.

Según el relato de Caraballo, los guatemaltecos propusieron quemar una colchoneta para tener respuestas de las autoridades.“Como a las 9:00 pm arranca el incendio. Ellos tenían rato conversando de eso. Yo les decía: ‘hermano, yo voy a salir ahorita, no se pongan con esa locura’. Pero no me hicieron caso. Traté de quitarles el yesquero y se me revelaron”.

Un guatemalteco compró un encendedor

Caraballo aseguró que un custodio del centro de detención le vendió a un guatemalteco el encendedor con el que prendieron fuego a la colchoneta. En el sitio, presuntamente, los oficiales de seguridad también se vendían cigarros y marihuana. “Yo empecé a gritarle a mi familia, llamaba a los guardias, no me importa que quedara delante de todos como el chismoso. Les decía a los guardias: ‘hermano, van a prender esto, van a prender esto’. No me hicieron caso”, expresó.

Fuera del centro de detención estaba su esposa, Biangly Infante. Ella había llevado a las autoridades del lugar documentos que mostraban que su familia tenía permiso para estar en México.

Al venezolano lo detuvieron en un procedimiento en el que, así como a varios de los migrantes que estaban en el centro, también capturaron a Jeison Catari Rivas, el venezolano imputado por presuntamente iniciar el incendio.

“Lo metieron preso y él no estaba en eso”, dijo el migrante, quien aseguró asimismo que todos los actores materiales fallecieron en el incendio.