Hermosa se aprecia Valencia en estos primeros días de primavera. Los araguaneyes y apamates adornan sus principales calles y avenidas, por lo que se siente un mejor ambiente.
Por su ubicación geográfica, Venezuela no tiene demarcadas las fechas específicas en que comienza la primavera, pero sus habitantes se dan cuenta del cambio de estación, porque el calor comienza a aumentar, pero sobre todo por el florecimiento de los araguaneyes y apamates.
Con sus flores amarillas y rosadas, estos dos árboles engalanan varias calles y avenidas de la Gran Valencia, aunque también se aprecian en otros municipios.
Por su color amarillo intenso, el Araguaney es el más llamativo. Los árboles de unos seis metros de alto, están desprovisto completamente de hojas, por lo que solo muestran flores, que es lo que los hacen más bonitos.
Todo un espectáculo visual representa el grupo de este tipo de árboles que abundan en la isla de la avenida Paseo Cabriales. Lo mismo ocurre en Naguanagua, en la calle interna que comunica a las avenidas Universidad y Salvador Feo La Cruz, a la altura de las canchas de tenis. Allí se forma una especie de túnel amarillo que se ha convertido en la admiración de todo el que por allí pasa.
Bajar por la avenida Paseo Cabriales y llegar al Parque Fernando Peñalver, da la sensación de que uno se encuentra en un lugar mágico, por la convergencia de colores. Hermoso sitio sin dudas.
Cientos de personas han captado la bella imagen que da un frodoso Apamate rosado, que tiene como fondo el Palacio de los Iturriza.
Este árbol también tiene una variación de flores blancas, pero poco se ve en la ciudad.
ARBOL NACIONAL HACE 70 AÑOS
El Araguaney fue decretado como árbol nacional el 29 de mayo de 1948, por decreto del presidente Rómulo Gallegos. Es decir que está próximo a cumplirse 70 años de ese hecho.
También conocido como roble amarillo, conjuga extrema belleza, colorido y frondosidad.
Leonardo Tirado, miembro de la Red Nacional de Escritores de Venezuela, sostiene que el Araguaney es un esplendoroso árbol cuyo nombre es de procedencia indígena y significa voz de oro, lo denominaron así para expresar y describir su incomparable hermosura.
Como árbol nacional, el Araguaney tiene su propio himno, cuya letra fue compuesta por Alfredo Pietri.
En el patio, en el patio de mi casa
Tengo yo tengo un Araguaney
Que en todas las primaveras se engalana como un rey,
Que en todas las primaveras se engalana como un rey.
Es el árbol, es el árbol más hermoso
De mi tierra de mi tierra tan querida,
Bajo sus sombras quisiera
Pasar todita mi vida.
Es el símbolo, es el símbolo más puro
De nuestra de nuestra patria inmortal
Que viva el Araguaney,
Viva el árbol nacional
Que viva el Araguaney.