A Darío Núñez todos lo conocen en el barrio Impacto del sur de Valencia. Él camina de un lado a otro, aunque tenga el dolor que describe como increíble en su pierna derecha. Ahí tiene una úlcera varicosa infectada que no le impide salir a la calle para trabajar y al menos hacer lo necesario para comer.
Él tiene 60 años y desde los últimos 26 padece la enfermedad que cataloga como hereditaria. A nueve integrantes de su familia se la han diagnosticado y para Darío ya parece algo normal. “Esto va y viene, puedo estar ocho o 10 años así y después curarme por dos o tres y vuelve a salir”.

A diario sale a rebuscarse. Se dedica a la buhonería, vendiendo lo que pueda para quienes le paguen algo en los mercados populares de la zona, en la parroquia Miguel Peña de la capital carabobeña.
También hace velas por encargo con unos pequeños moldes que le quedaron tras el incendio de su humilde casa hace 10 años, como consecuencia de la fábrica de velas que tenía y que le servía como sustento económico. “Yo perdí todo, ahorita tengo solo unos mueblecitos y con eso resuelvo”.
Las medicinas necesarias
A principios de julio fue a consulta médica en la Ciudad Hospitalaria dr. Enrique Tejera (CHET) por la magnitud de la úlcera y el dolor intenso que le causa. El informe indica que requiere ingreso en hospitalización, pero él le pidió a la doctora que le mandara medicamentos para tratarse en casa. “En el hospital lo que quieren siempre es mocharme la pierna”.
Actualmente necesita antibióticos orales y aplicarse una crema en la herida. Las pastillas cuestan alrededor de cinco dólares y le dura solo ocho días, mientras que la pomada le rinde más y tiene un precio de poco más de siete dólares. Para él es muy cuesta arriba reunir el dinero para cumplir con el tratamiento porque apenas tiene para comer.
“Yo nací pobre, no puedo hacer más nada”, dice resignado al tiempo que agradece toda la ayuda que sus amigos y vecinos le dan, “vienen y me traen la comidita de vez en cuando y están pendientes de mí”.
Darío tiene ganas y el ímpetu para salir adelante, pero no es fácil por su enfermedad. “El problema es que me curo un rato y me descuido un poquitico y me vuelve a salir, porque no puedo dejar de tomar medicamentos y tengo que cuidar la alimentación, si como mucha grasa se me abre la herida otra vez”.
Para cualquier colaboración económica pueden hacerla a través de:
Banco del Tesoro
0163-0265-12-2653007312
C.I: 22.404.527
A nombre de Darío Núñez y pueden comunicarse por el número 0414-4098034.
