Las uñas son el reflejo de nuestra personalidad y pueden constituir nuestra mejor carta de presentación. Ya sea para un entrevista de trabajo, una reunión o simplemente salir a algún sitio, nuestras uñas son el complemento de las manos y los pies. Es por esto que es importante conocer algunos de los tipos de lesiones que se presentan en ellas. Una de las afecciones más frecuentes que se exhiben en las uñas: la onicomicosis.
“La onicomicosis es una infección en las uñas causada por hongos que se alimentan con queratina y pueden debilitar notablemente la uña, produciendo deformidad, aumento y decoloración. A medida que el hongo se va expandiendo, la infección invade capas más profundas de la piel. Esta contaminación es altamente contagiosa y puede aparecer primero en una uña y después extenderse a las demás. Cuando se transmite la infección, el hongo se aloja bajo la uña y una vez instalado comienza a reproducirse en zonas donde es difícil alcanzarlo. La base de la uña se enrojece causando una sensación dolorosa”, explica la doctora Francismar Lugo, médico estético del Centro Médico Energía Vital Activa.
Existen varios factores que facilitan la infección por hongos ya que cualquier persona puede padecer de onicomicosis. Estos son: falta de higiene en la manicure o pedicure, caminar descalzo en piscinas o baños públicos, la edad, utilizar el mismo zapato durante mucho tiempo (que porte el hongo), el uso prolongado de medias húmedas y algunas condiciones médicas como golpes, enfermedades óseas, diabetes, entre otras.
El contagio por hongos en la uñas es una condición que puede ocasionar incomodidad, es por esto que actualmente existen avances tecnológicos que ofrecen solución para aquellos que sufren de este problema y no les funcionan tratamientos habituales.
Los tratamientos tópicos complementados con métodos orales o sistémicos son los más comunes para tratar la micosis superficial. En el caso de las onicomicosis el tratamiento es un desafío para los médicos y en algunos casos, frustrante para los pacientes debido a su tendencia a la persistencia, recurrencia y tasa de reinfección. Así mismo, los medicamentos orales son recetados por largos periodos de tiempo y en la mayoría de los casos se limita su uso en algunos pacientes por su toxicidad en el hígado.
En estos momentos, se poseen herramientas como el Láser Neodimiun YAG que complementado con tratamientos tópicos de última generación colaboran a que exista mejor absorción y duración del medicamento con adecuada oxigenación del área, comenta la doctora Edgar González, médico estético del Centro Médico Energía Activa.
Para que esta combinación perfecta (medicamentos + láser) tenga un resultado exitoso, se deben seguir los siguientes pasos:
- Evaluación médica con la finalidad de recolectar muestras de la placa ungueal.
- Limpieza a fondo de la uña para remover toda clase de contaminantes.
- Se recomienda limar o rebajar la uña gruesa para disminuir el espesor de la misma y lograr una mejor penetración del Láser, maximizando así los resultados.
- El tratamiento consiste en la aplicación de la luz láser por 10 minutos, cuyo objetivo es generar calor afectando a las células responsables de la lesión. Por lo tanto, no tiene ningún efecto sobre el tejido sano.
- El tratamiento es bien tolerado, no es doloroso y no tiene efectos adversos. Se recomienda sesiones semanales, pudiendo variar según el tipo de hongo. Por lo general pueden llegar a ser entre 4 y 8 sesiones en promedio.
- Se aplica en la piel a nivel de espacios interdigitales y en todas las uñas afectadas o las no afectadas, teniendo en cuenta que las demás uñas podrían tener una contaminación solapada y provocar una reinfección a corto plazo.
“La asociación de medicamentos orales y tópico van a variar de acuerdo el tipo de hongo presente. La parte positiva es que este procedimiento no requiere ningún tipo de anestesia, ni antibiótico, ni analgésico postoperatorio. Se recomienda también un cambio en los hábitos higiénicos y de calzado, con la intención de prevenir la reinfección en pacientes susceptibles”, afirma la Dra Lugo.
La importancia de todas estas diferenciaciones y recomendaciones es estar pendiente para que, en caso de presentarse este tipo de lesiones, no automedicarse, ya que esto demoraría el diagnostico tanto clínico como de laboratorio. El paciente debe consultar con un médico para identificar si se trata de un hongo, para que posteriormente sea tratado de formar correcta.