El padre Gilberto Urbáez aseguró que los feligreses no asisten al templo Nuestra Señora de la Consolación debido a la inseguridad. Esta es la consecuencia que generó los hurtos continuos a la hora de las eucaristías.
“Muchos feligreses me manifiestan que no vienen a la misa por la delincuencia y para ahorrarse el mal rato de que le roben algo del carro”, explicó.
En septiembre del año pasado, la iglesia Santísimo Cristo, conocida como Basílica Menor, de San Francisco, fue objeto del robo de cables, equipos de sonido.
El 4 de noviembre, hurtaron tres coronas de la imagen de Santa Lucía en la parroquia enpedraera; además, una palma dorada, la colecta de las ofrendas, celulares y otros valores del sacerdote. Dos semanas después, detuvieron a cuatro personas que presuntamente estaban implicadas.
Al respecto, el gobernador de la región, Francisco Arias Cárdenas, señaló en esa oportunidad que estos actos iban dirigidos a afectar “los puntos sensibles de la fe de los zulianos, de los católicos” y subrayó que se estaban adelantando las investigaciones de la mano con el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol.
No obstante, en el centro de la ciudad, más recientemente, el 12 de enero, cuatro delincuentes sometieron al sacerdote mientras oficiaba una misa en El Convento San Francisco de Asís y se llevaron la custodia del Santísimo.