Un fuerte ruido y una cortina de humo negro que llegaba hasta lo más alto del cielo llamó la atención de un grupo de indígenas asentados en el caserío de Laulao (Alto Orinóco). La fecha 30 de diciembre de 2016, hora 11:00 a.m. El mismo día en el que el helicóptero de la FANB desapareció sin dejar rastro junto a 13 pasajeros. Lo que lleva a los aborigenas a creer saber la ubicación del la aeronave.
Mikael Yapare es uno de los indígenas que aseguró haber visto el humo y escuchado el estruendo, justo entre las zonas donde se alzan el Ventana y el Piapoco, dos cerros de entre 300 y 400 metros de altura.
Desde que se iniciaron los procesos de búsqueda, han habido diversas teorías de lo que le pudo ocurrir a la aeronave. Ademas un hermetismo informativo se ha sumido sobre el caso, el cuál, poco a poco ha perdido presencia en los medios por el tiempo transcurrido.
Alfredo Morales, general encargado de la tropa terrestre que actúa en la Operación Esperanza, concordó con los datos brindados por Yapare, porque la ruta de desplazamiento de la aeronave, reveló los detalles de hora y de la zona en la que pudo ocurrir el hecho.
La aeronave impactó en la montaña por malas condiciones climáticas. Es la primera hipótesis que plantea el general. La segunda apuntó a una posible desorientación del helicóptero, producto de los fuertes vientos que esa semana estuvieron impidiendo los operativos de búsqueda. La tercera determinó la posibilidad de que la aeronave se hundiera en el río y la cuarta, la cual no se ha comprobado, ni se cree muy factible es la de un secuestro por parte de miembros de la guerrilla.
