Los actos de vandalismo contra empresa en el estado Zulia condenó la Cámara de Industriales del estado Carabobo mediante un comunicado.
A la crisis de la electricidad, según la CIEC, se sumó la violencia extrema contra las industrias en la región, lo que ha asestado un duro golpe al sector no solo en Zulia, sino en el país.
A continuación el comunicado de la CIEC
La Industria de Carabobo condena en términos enérgicos, la grave como intolerable situación que sufre el sector empresarial del estado Zulia, consecuencia inaudita de los desafueros y actos de vandalismo que se han sucedido en esa región occidental, que aún sufre los embates derivados de la crisis de los servicios de electricidad, la cual condujo a estos sucesos incontrolables de violencia extrema.
La Cámara de Industriales de Carabobo, al deplorar los hechos que ha significado la destrucción masiva de actividades fabriles y comerciales, con pérdidas materiales incuantificables, tanto en Maracaibo como en ciudades aledañas de esa importante zona productiva del país, llama la atención en torno a la necesidad de hilvanar acciones y decisiones que coadyuven a solventar las causas de fondo que dieron origen y aún gravitan en la crisis nacional.
Ha llegado el momento no solo de la solidaridad y la adhesión entre los venezolanos que sufren en carne propia estos avatares, sino de exigir soluciones realistas y alcanzables, para no continuar siendo sofocados y víctimas directas y de primera mano de la convulsión social, económica y financiera que padece Venezuela, con toda la carga de derivaciones que a diario se palpitan dentro y fuera de nuestras fronteras.
Al rechazar con firmeza todo lo ocurrido en el Zulia, y que igual se ha repetido en menor escala en otros 13 estados de la ancha geografía venezolana, incluyendo a Carabobo, el sector industrial carabobeño ratifica su solidaridad institucional con las empresas afectadas y especialmente a Empresas Polar, con importantes operaciones en la región central, todo lo cual dimensiona la gravedad de la crisis nacional.
Está en zozobra la seguridad y tranquilidad de los venezolanos, en ascuas la paz social, amenazado el futuro institucional y severamente golpeados numerosas conquistas derechos y prerrogativas constitucionales, entre estos la propiedad privada, esencia misma del desarrollo integral de Venezuela.