La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) se solidarizó este jueves con los empresarios Michael Healy y Álvaro Vargas, presidente y vicepresidente, respectivamente, del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), quienes fueron detenidos por la Policía.
La Policía de Nicaragua, dirigida por Francisco Díaz, consuegro del presidente Daniel Ortega, informó en esta misma jornada que había detenido a los empresarios bajo la acusación de «realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación» del país.
También por, presuntamente, «incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de potencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización».
Además, por supuestamente «proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones», y «demandar, exaltar y aplaudir la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y lesionar los intereses supremos de la nación».
La Policía, que de momento no ofreció ninguna evidencia, dijo que basa su investigación contra los empresarios citando la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz, aprobada con carácter urgente por la Asamblea Nacional, de mayoría sandinista, en diciembre pasado.
Esa ley, promovida por el Ejecutivo, cataloga los «traidores a la patria» y los inhabilita a optar a cargos públicos.
Tanto el Cosep, que es la principal cúpula patronal de Nicaragua, como la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, denunciaron la detención arbitraria de los empresarios, y demandaron su inmediata liberación.
Los arrestos de Healy y Vargas son los número 38 y 39, respectivamente, que realiza la Policía Nacional desde el 28 de mayo pasado contra profesionales independientes y disidentes, incluyendo a siete que anunciaron sus intenciones de aspirar a la Presidencia de Nicaragua por la oposición.
Nicaragua vive semanas convulsas tras las detenciones y acusaciones de más de una treintena de dirigentes opositores y profesionales independientes, previo a las elecciones generales del 7 de noviembre próximo, en las que el presidente Ortega busca la reelección por cinco años más.