«En la Venezuela chavista, el gobierno ha llegado a permear las cárceles, y viceversa«, denunció David Placer, periodista que dejó su país para exiliarse en España en su libro El dictador y sus demonios.
Se trata de una red favorecida por la ministra de Prisiones de Nicolás Maduro, Iris Varela, que conforman los reclusos que se imponen como líderes, por medio de la violencia, en las cárceles: los pranes.
En las cárceles venezolanas los reclusos que imponen las leyes de la prisión, poseen armas y viven con el lujo de un aire acondicionado mientras los demás no tienen siquiera una letrina.
«Con la llegada de teléfonos móviles a las cárceles, también comparten su forma de hacer crímenes en las redes sociales. Muestran sus tatuajes orgullosos, sus cadenas de oro, sus cicatrices por navajas o disparos y, por supuesto, el arsenal«, agregó el periodista.
«El pranato se ha instalado en las prisiones del país. Y con él Varela se refuerza como la ministra más radical del chavismo», advirtió.
El hecho llamó la atención de Placer: al igual que Maduro y su esposa Cilia Flores, discípulos del gurú Sai Baba, Varela viajó a la India para conocer a aquel hombre de túnica naranja y melena afro, que decía ser divino, en su ashram de Puttaparthi.
Con el subtítulo La secta de Nicolás Maduro que secuestró a Venezuela, el libro de Placer encontró los puentes invisibles entre «lo peor del régimen que se puede encontrar en Venezuela y la ilusión y la devoción absoluta, una contradicción increíble», como dijo a Infobae en junio, durante una presentación en Miami.
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