Casi una veintena de diputados que se decían opositores al régimen de Nicolás Maduro le dieron la espalda a sus partidos y decidieron apoyar la estrategia chavista en la turbulenta jornada de este domingo 5 de enero.
Pese a que la bancada oficialista no cuenta con los miembros suficientes para elegir a las autoridades de la Asamblea Nacional, se escudó en los retrasos del inicio de la sesión (causados por los bloqueos de las fuerzas chavistas) para dar trámite a una votación y elegir a su propia mesa de autoridades.
Mientras se realizaba la votación de los opositores, Maduro participó en un juego de softbol con partidarios del Gobierno y efectivos de las fuerzas armadas en una localidad cercana a Caracas, y antes de iniciar el partido, aseguró que la Asamblea Nacional tenía un nuevo liderazgo opositor.
“Guaidó no quiso entrar (al Parlamento) porque no tenía los votos” para su reelección por un año más, agregó Maduro en la televisión oficial. Aunque también dijo que Luis Parra y otros dos diputados que integran la directiva, representan a los partidos de oposición, esas agrupaciones los han expulsado o separado de sus funciones debido a denuncias de corrupción en los últimos dos meses.
En diciembre, la presidencia del Congreso informó que siete congresistas “han decidido traicionar la causa de la libertad” y “sucumbir ante la dictadura corrupta con la Operación Alacrán”, cuyo objetivo era sumar voluntades para impedir la reelección de Juan Guaidó.
Finalmente, de los 112 diputados opositores electos en 2015, algunos diputados se separaron del bloque que apoyaba a Guaidó.
El diputado venezolano del partido ‘Primero Justicia’, José Brito (C), habla durante la sesión de la Asamblea Nacional, en Caracas, el 5 de enero de 2020. – El legislador opositor Luis Parra -un rival de Juan Guaido- se declaró jefe de la cámara, como Guaido y los legisladores de la oposición compañeros fueron bloqueados de entrar en la Asamblea Nacional. (Foto por Federico Parra / AFP)
Luis Parra: Expulsado del partido Primero Justicia, se juramentó como presidente de la cámara. Acusado de usar su rol en la Comisión de Contraloría para favorecer a Alex Saab, el colombiano señalado por EEUU como testaferro de Nicolás Maduro.
José Brito: Otro de los principales acusados de la trama de corrupción, así como de presuntos intentos de comprar votos de diputados opositores.
Franklyn Duarte: Juramentó como primer vicepresidente. “Solo Dios y el tiempo nos darán la razón”, escribió en Twitter.
José Gregorio Noriega: Juramentó como segundo vicepresidente. En 2018 había renunciado a Voluntad Popular tras seis años de representación. Argumentó diferencias internas, pero su carta de despedida fue de agradecimiento y llena de críticas al régimen.
Negal Morales: Juramentó como secretario, pese a pertenecer al partido Acción Democrática como subsecretario del estado Miranda.
Arkiely Perfecto: En noviembre, la diputada de Miranda reconoció que había sido tentada por el régimen para volver a las filas del chavismo. “Me llaman a través de emisarios, quieren conversar y negociar conmigo, pero mi decisión es irreversible”, declaró en aquel entonces. Finalmente, sí pudieron convencerla.
Adolfo Superlano: Señalado en la presunta trama de corrupción y compra de votos, ya había adelantado en diciembre su rechazo a la reelección de Guaidó.
José Antonio España: Fue expulsado en noviembre, junto a Superlano, del partido Cambiemos, ambos con acusaciones de recibir dinero por parte del chavismo. Ya había dado varios cambios de partido y apoyó en su momento la postulación de Henri Falcón, vista como una legitimación de las fraudulentas elecciones presidenciales con las que Maduro se atornilló en el poder.
Guillermo Luces: Fue expulsado de Voluntad Popular luego de ser señalado como uno de los cabecillas del escándalo de corrupción en los Comités Locales de Abastecimiento y Producción. “Apoyo de manera irrestricta la cruzada anticorrupción de nuestro presidente Juan Guaidó”, expresó en aquella fecha.
Conrado Pérez: En la víspera, dijo que su voto sería “en favor de aquellas madres que hoy sufren al no tener que dar de comer a sus hijos”. En diciembre, admitió haber firmado un expediente de una empresa ligada al empresario colombiano Alex Saab, señalado de estar involucrado en la trama de los CLAP.
Kerrins Mavárez: En sus redes sociales abundan las denuncias contra Maduro. En la víspera, mostró un giro: “Horas duras para el país, la irresponsabilidad política de ambos extremos conllevaron a un flaco favor a la democracia”.
Richard Arteaga: Miembro de Voluntad Popular, es señalado de realizar viajes dentro del esquema de corrupción para intentar desviar las investigaciones.
Leandro Domínguez: Ya venía reiterando sus críticas a Guaidó. En noviembre, aseguró que le “robaron” un maletín supuestamente con pruebas de casos de corrupción en el área de salud en el estado Carabobo.
José Gregorio Aparicio: Elegido por la MUD, en noviembre se unió a la facción independiente Un Nuevo Tiempo, junto a Domínguez, España y Superlano.
Freddy Paz: Habitual crítico del chavismo en las redes sociales, en septiembre había reafirmado su respaldo a Guaidó y a la necesidad de elecciones libres. Esta vez guardó silencio.
Williams Gil: Quedó expulsado de la agrupación política Cuentas Claras.
Manuel González: Suplente por el estado Bolívar, en reemplazo del exiliado Américo De Grazia, quien lamentó: “Mi suplente se puso de espalda al país y a los guayaneses. No representa mi voz, ni la de los bolivarenses”.
Lucila Pacheco: Ex chavista, había rechazado las negociaciones en Oslo para tomar medidas “más contundentes”. Se había identificado con Voluntad Popular, pero volvió a sus raíces
