Una operación internacional contra el tráfico de inmigrantes ha finalizado con el arresto de 216 traficantes de seres humanos y el rescate 127 víctimas de trabajo esclavo y explotación sexual, muchos de ellos menores. Entre los detenidos hay 16 sospechosos de pertenecer al Tren de Aragua, informó este viernes Interpol.
La operación Turquesa III, liderada por Interpol y apoyada por la Agencia Caribeña de Implementación para el Crimen y la Seguridad (IMPACS), ha permitido además la identificación de más de 10.000 inmigrantes irregulares de 61 países diferentes, entre el 29 de noviembre y 3 de diciembre.
Para llevar a cabo sus investigaciones, las autoridades de los países participantes hicieron más de 65.000 comprobaciones con la base de datos de Interpol en puntos de control aéreos, terrestres y fronterizos.
En El Salvador fueron arrestados 14 sospechosos de traficar con inmigrantes, a los que cobraban entre 8.000 y 12.000 dólares para llegar hasta Estados Unidos.
Arrestados 216 traficantes de personas
En Ecuador, se procedió a la detención de 16 ciudadanos ecuatorianos y venezolanos, sospechosos de pertenecer a la mafia del "Tren de Aragua", que trabaja con un grupo armado en Colombia con el objetivo de transportar inmigrantes haitianos.
También en Brasil sus autoridades capturaron a cinco miembros de un grupo criminal que traficaba con haitianos, a los que transportaban de Brasil a Bolivia.
En Chile, el hallazgo de un cuerpo sin vida de un venezolano junto a la frontera con Bolivia condujo al descubrimiento de un corredor destinado para inmigrantes de Venezuela.
Respecto a los menores víctimas de trabajo esclavo y explotación sexual, Interpol comunicó que en Bogotá se desmanteló una organización de trata de menores conocida como "Casa Inglesa". Los niños los captan en Venezuela y se los llevan a Colombia, como paso previo para enviarlos a Ecuador.
Abusos contra menores
Interpol informó, que en El Salvador detuvieron a 27 personas por las sospechas de su implicación en abusos contra menores y explotación laboral.
En Belize identificaron 11 posibles víctimas de trata, en las que se incluía a una madre hondureña y sus tres hijos.
La operación contó con la participaron de más de una veintena de países latinoamericanos y caribeños, a los que se sumaron Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Marruecos, Portugal y España.