Los clubes del campeonato inglés de rugby, el poderoso Premiership, decidieron este miércoles suspender indefinidamente la competición, aunque comprometiéndose a acabar la temporada «en cuanto sea posible hacerlo de manera segura».
«Tras una serie de reuniones constructivas con nuestro clubes, inversiones, representantes de los jugadores, patrocinadores y difusores, además de con la Federación Inglesa de Rugby (RFU), hemos acordado retomar el rugby en cuanto sea posible hacerlo de manera segura», explicó el patrón de la Premiership, Darren Childs.
La competición se suspendió a mediados de marzo como consecuencia de la pandemia del nuevo coronavirus, pero por un periodo de cinco semanas.
«La intención sigue siendo jugar todos los partidos y acabar la temporada», precisó el dirigente, por lo que ya se han iniciado conversaciones para definir los diferentes escenarios posibles para la reanudación y adecuar el calendario.
Childs admitió también que una vez superada la pandemia, los clubes deberán afrontar «durante los próximos años un desafío económico» que puede poner en peligro la supervivencia de algunas entidades.
En el momento de la suspensión del campeonato, tras 13 jornadas disputadas y 9 por jugarse, el Exeter era líder con 5 puntos de ventaja sobre Sale.
La prensa inglesa habla de la posibilidad de dar por concluida la temporada regular y disputar directamente las semifinales y la final, partidos muy lucrativos, en Londres.
Las divisiones inferiores han sido canceladas. Newcastle ascenderá a la élite y ocupará la plaza de los Saracens, descendido como consecuencia de la sanción recibida por incumplir en los últimos años el límite salarial.
