Colas extensas de carros, gestos de impaciencia y una fuerte presencia de efectivos militares en las diversas bombas del estado Táchira.
Para Antonio Rivero, usuario de la bomba de La Concordia, el proceso habitual de surtido se combustible se ralentizó debido al caos generado por el cierre de caminos y arterias viales. «La gente estaba resguardada en su casa y apenas vieron una posibilidad salieron masivamente, congestionando las estaciones de combustible» argumentó Rivero.
En Rubio la situación se ha tornado aun más caótica. Habitantes del municipio Junín pueden tardar hasta un tiempo aproximado de 12 horas. A según, la extrema tardanza se debe a personas que les pagan un monto adicional a los bomberos para poder adelantarse en las colas.
Hay para quienes era predecible que por la larga paralización de las bombas, apenas surtieran de gasolina, estas se verían abarrotadas de vehículos. La presencia militar obedece a las razones, según efectos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), de cumplir las ordenes del surtido de gasolina, el cual es limitado dependiendo del tipo de vehículo.
Los robos no faltan. En la cola de una estación de servicio de La Concordia, dos motorizados con una pistola robaron celulares, a pleno día.
Como precisó las autoridades, en 10 días dejaron de ingresar al Táchira unas 500 gandolas de gasolina debido a las trancas de vías.
Con información de La Nación.