El Ejército israelí confirmó este miércoles la muerte en un bombardeo de Jalal Motzfa Hariri, comandante del grupo chií en la región de Qana, en el sur del Líbano, que causó al menos nueve muertos y cien heridos, según las autoridades libanesas.
"Junto a Hariri, murieron el jefe de artillería y el jefe de artillería y el jefe de misiles antitanque" de Hizbulá en la región, indicó el Ejército israelí.
Según las fuerzas armadas, Harari era el responsable de la planificación y ejecución de ataques contra la retaguardia israelí desde la región de Qana.
Ayer el Ejército, que anuncia casi diariamente los nombres de comandantes del grupo chií a los que mata como sus logros en la contienda, comunicó también la muerte del responsable de la unidad aérea en la zona norte del río Litani, Jader Abed Bahja.
Hariri murió junto a otros jefes
Según un comunicado castrense, su muerte se produjo hace "varios días" en la zona de Nabatieh, sur del Líbano, y bajo el mando de Bahja fueron perpetrados ataques aéreos contra Israel, empleando drones, aviones de vigilancia y aviones explosivos.
Este miércoles, además, continuó el intenso intercambio de fuego con cohetes en torno a la frontera entre Líbano e Israel.
"Hasta las 16.00 hora local (13.00 GMT). aproximadamente 90 proyectiles disparados por Hizbulá cruzaron del Líbano a Israel", comunicaron las fuerzas armadas esta tarde.
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De acuerdo a estimaciones del Gobierno libanés, 1,2 millones de personas han sido forzadas a abandonar sus hogares, de las cuales se calcula que más de 400 mil han huido del Líbano a Siria, el 70% de ellos sirios que habían escapado anteriormente de la guerra en su propio país.
Además, más de 2 mil 300 personas han muerto en el Líbano en el último año, 1.500 de ellas desde finales de septiembre cuando comenzó la escalada bélica, y más de 10 mil han resultado heridas, según cifras del Ministerio de Salud Pública libanés.