Italia se ha ofrecido para desminar los puertos de Ucrania, defendidos de ese modo contra la invasión rusa, y desbloquear así la exportación de alimentos y cereales del país, declaró hoy su ministro de Exteriores, Luigi Di Maio.
Estamos presionando para que se creen corredores marítimos para el transporte de las materias primas alimentarias, sobre todo el grano, desde los puertos ucranianos, dijo el jefe de la diplomacia italiana en una comparecencia parlamentaria.
Para que eso ocurra, explicó Di Maio, es preciso desminar los puertos de Ucrania, sobre todo el de Odesa, que sigue bajo dominio ucraniano, aprovechando, dijo, "la garantía rusa del tránsito seguro de los cargamentos".
"Italia ya ha ofrecido su disponibilidad para participar en las eventuales operaciones de desminado y pretende favorecer un rol central de Naciones Unidas y eventualmente con otros socios, como Turquía, para la coordinación de las operaciones", indicó.
Desminar puertos ucranianos
Ucrania era antes de la guerra uno de los principales exportadores mundiales de cereales y fertilizantes agrícolas y sus mercancías eran fundamentales para la seguridad alimentaria de áreas como Oriente Medio y el norte de África.
La mayor parte de las mercancías alimentarias ucranianas se trasladaban desde la antigua república soviética al resto del mundo a través de los puertos del mar Negro, pero Rusia los ha bloqueado.
La semana pasada, el primer ministro italiano, Mario Draghi, telefoneó al presidente ruso, Vladimir Putin, para pedirle el desbloqueo de la exportación de grano desde Ucrania también desde los puertos del Mar Negro y Mar de Azov como Mariúpol, invadidos por tropas rusas.
El mandatario ruso respondió que si Occidente levantara las sanciones a Rusia su país podría exportar cereal.
La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con sede en Roma, ha advertido de las repercusiones que está teniendo para la seguridad alimentaria de todo el mundo la guerra entre Ucrania y Rusia, ambos colosos exportadores de cereal.
Italia está organizando un Diálogo Ministerial con los países mediterráneos para el próximo 8 de junio, en colaboración con la FAO, para comprender las necesidades y esbozar medidas de intervención ante las graves repercusiones de la guerra sobre la seguridad alimentaria, en particular en el Mediterráneo y África.
Incluso el papa Francisco, profundamente preocupado por esta nueva guerra en Europa, ha pedido que "el trigo, alimento de base, no se use como arma de guerra", durante la audiencia general con los fieles de este miércoles.