Venezuela, cuyo gobierno desde hace 22 años pregona y se enorgullece de ser el país con las mayores reservas petroleras del mundo, está en este momento importando crudo de Irán para procesarlo en las refinerías que aún están funcionando con serias dificultades.
El Centro de Refinación Paraguaná, conformado por las refinerías de Amuay y Cardón, tenía una capacidad de 940 mil barriles diarios. Hoy sus plantas apenas funcionan, de acuerdo con la información suministrada a El Impulso por Iván Freites, secretario de Profesionales y Técnicos de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros.
Ninguna de las refinerías que se encuentran en funcionamiento está utilizando crudo venezolano, sino el que es proporcionado por Irán.
El problema eléctrico también afecta a las refinerías, inexplicablemente, porque éstas contaban con sus plantas propias y jamás dejaban de trabajar.
La refinería de Cardón está presentando problemas en la planta de refinación, específicamente en la unidad de nafta, en el cual se le da el octanaje requerido a ese combustible. Esa planta está paralizada desde el 14 de junio, pese a que se están realizando las reparaciones para ponerla nuevamente en servicio. La estructura venía procesando 70 mil barriles de crudo iraní.
La de El Palito, en Carabobo, tiene problemas en la planta destiladora y la de Puerto La Cruz está procesando 80 mil barriles de crudo para una producción de 18 mil barriles de gasolina y 12 mil de diésel.
De los iraníes dependerá ahora el funcionamiento de las refinerías, comentó Fréitez. El crudo que está siendo procesado en Venezuela proviene de la empresa Naftiran.
Nicolás Maduro suscribió un acuerdo por 110 millones de euros con Irán, para que la Compañía de Ingeniería Petrolera Irani (NIOC) ejecute la reparación de El Palito, de acuerdo con información del ministro de Petróleo de Irán, Javad Owji, quien estuvo de visita hace días en Caracas.
