Casi al mismo tiempo que su esposo, el magnate de bienes raíces Jared Kushner aceptaba el puesto como asesor de su suegro, el presidente electo Donald Trump, Ivanka Trump renunció a su cargo como vicepresidenta ejecutiva de desarrollo y compras de su marca de estilo de vida.
La hija del magnate, quien confesó en una entrevista reciente que su vida es agotadora, deja la dirección de su marca homónima para mudarse a Washington junto a su esposo, y sus tres hijos: Arabella Rose, de 5 años, Joseph Frederick, de 3, y Theodore James, de 9 meses.
Según People, esta decisión se debería a un intento de evitar conflictos de intereses entre sus negocios y el influyente papel que desempeñará su esposo en la nueva administración.
En noviembre del año pasado, cuando apareció junto a sus hermanos en el programa 60 Minutes (CBS), Ivanka lució un brazalete de su marca que luego se vendió como pan caliente. Eso generó la crítica de algunos medios de que usó la plataforma que le proporcionada la candidatura de su padre para beneficio personal.
La marca Ivanka Trump también enfrentó la amenaza de un boicot después que se filtrara el famoso video en que su padre alardea de que las mujeres se dejan hacer “cualquier cosa” porque es famosos.
Tras la filtración un grupo de defensoras de los derechos de las mujeres lanzó la campana #GrabYourWallt (o “ControlaTuBilletera) para que las consumidoras no adquirieran los productos de la marca de la hija del multimillonario.
La grabación supuso un duro golpe para la campaña del aspirante republicano, aunque se recuperó lo suficiente como para vencer en las elecciones del pasado noviembre.