La izquierda de EE.UU. brinda por la derrota de Trump pero alerta contra
/ Foto: AFP

La derrota de Donald Trump frente a Joe Biden generó alivio en el ala más izquierda del Partido Demócrata, pero para la mayoría de estos progresistas, la llegada del centrista a la Casa Blanca culmina una batalla e inicia otra.

«Ya no estamos en caída libre hacia el infierno», dijo la congresista Alexandria Ocasio-Cortez (A.O.C), quizás el rostro más visible de la izquierda estadounidense, en una reciente entrevista con el diario The New York Times.

«Pero la cuestión subyacente es si vamos a recuperarnos o no de los reveses» infligidos por Trump y sus políticas conservadoras.

Socialistas demócratas como Ocasio-Cortez y Bernie Sanders -el senador izquierdista de Vermont que quedó segundo en las primarias presidenciales de 2016 y 2020- hicieron campaña por Biden y Kamala Harris, uniéndose a sus rivales demócratas para vencer a Trump.

Sin embargo, al apagarse el ruido electoral permanecen entre ellos las mismas tensiones polarizantes sobre el acceso universal a la salud, la crisis de deuda estudiantil y el Nuevo Acuerdo Verde para enfrentar el cambio climático y la desigualdad que nutrieron los debates en las primarias demócratas.

«Al final Biden representa una continuación del status quo», dijo Chi Anunwa, codirectora de la rama de los Socialistas Demócratas de Estados Unidos en la ciudad de Nueva York.

«Lo cual no significa que no estemos aliviados de que se vaya Trump, pero creo que es importante recordar que Trump de muchas maneras fue un síntoma muy extremo de varios problemas sistémicos que han plagado a Estados Unidos durante largo tiempo», dijo.

¿»Obsolescencia»?

Anunwa, de 31 años, estimó que la victoria de A.O.C. junto a otros triunfos –Cori Bush en Missouri, Ilhan Omar en Minnesota y Rashida Tlaib en Michigan, por solo nombrar algunos- señalan que los votantes están abiertos a una agenda progresista.

Pero figuras del establishment demócrata así como republicanos de centro culpan a los más izquierdistas de varias decepciones electorales en estos comicios.

El tercer demócrata de mayor rango en la Cámara baja, James Clyburn, aseguró que los llamados de manifestantes a «desfinanciar la policía», un eslogan de las protestas masivas contra el racismo y la brutalidad policial en el verano boreal, perjudicaron a los candidatos al Congreso, e incluso a Biden.

Pero Ocasio-Cortez y otros rechazan esa noción. En su lugar destacan la victoria de candidatos progresistas como Omar y Tlaib en el medio oeste -una región crucial para ganar la presidencia-, que buscaron construir coaliciones multiculturales con herramientas digitales y un intenso trabajo de base, recorriendo barrios puerta a puerta.

Aseguran que esto trajo a Biden más votos en los estados bisagra.

Sanders también subrayó la victoria de causas progresistas en las elecciones, incluida el alza del salario mínimo a 15 dólares por hora en Florida, la legalización de la marihuana en muchos estados considerados republicanos durante largo tiempo, y más licencia familiar tras la llegada de un hijo en Colorado.

Arizona, por su lado, votó para aumentar los impuestos a los ingresos de los más ricos para financiar la educación pública.

«Necesito que mis colegas entiendan que no soy el enemigo», dijo Ocasio-Cortez al Times. «Y que su base no es el enemigo».

Al alejarse de muchos temas que los estadounidenses apoyan, argumentó que los demócratas están conduciendo a «su propia obsolescencia».

Recentrarse en la base

Para Ben Burgis, profesor de filosofía y escritor que se centra en la estrategia de la izquierda, es injusto culparla por espantar a votantes con ideas que algunos consideran audaces.

Los votos de Trump no reflejan necesariamente una visión de derecha coherente, dijo, y son muchas veces para mostrarle «el dedo del medio al establishment» del Partido Demócrata.

Los demócratas pueden ganar más votos si priorizan una agenda que se centre en necesidades materiales fundamentales, dijo Burgis, una visión con la que coincide Anunwa.

Otros votantes simplemente nunca votarán por un partido que sienten que no ofrece soluciones a sus males raciales y a sus inquietudes sobre la inmigración.

«Hay gente que no concuerda para nada con nuestro programa político (…) puede ser por animosidad racial o por otra cosa», señaló Anunwa.

Pero ahora la izquierda debe activar a «los desactivados políticos», y expandir el foco demócrata más allá de los «votantes urbanos moderados».

Anunwa dijo que el caso de Florida, donde Trump ganó pero donde al mismo se aprobó subir el sueldo mínimo, ofrece un ejemplo de punto ciego. Biden apoyó la iniciativa, pero no era central en su agenda.

«Creo que nuestro trabajo como izquierda es encauzar la frustración con el status quo económico y político (…) hacia una visión positiva para una sociedad más justa», dijo.

Anunwa reconoció que una presidencia de Biden junto a un posible Senado controlado por los republicanos plantean un difícil desafío, pero es optimista.

«Creo que este es un momento asustador, pero pienso que existe oportunidad, si podemos construir una movilización de base lo bastante fuerte para presionar al gobierno de Biden», indicó.

«Que Biden haya ganado no significa que puedes descansar, no significa que nos tornemos complacientes».

© Agence France-Presse




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