El Gobierno jordano tildó hoy de crimen salvaje el ataque químico perpetrado el sábado en la ciudad siria de Duma, en Guta Oriental, a las afueras de Damasco, y pidió una investigación internacional urgente para esclarecer el incidente.
En un comunicado, el portavoz gubernamental, Mohamed Momani, afirmó que Jordania respalda los planes de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), para realizar una investigación exhaustiva de esta agresión como un preludio para adoptar la actitud apropiada de la comunidad internacional hacia aquellos que lo cometieron.
A diferencia de otros líderes mundiales, Jordania, que mantiene buenas relaciones tanto con EEUU como con Rusia, no atribuyó a nadie el presunto ataque químico perpetrado el sábado en Duma, en el que al menos 42 personas perecieron con síntomas de asfixia, según las ONG La Sociedad Médica Siria Americana (SAMS, en sus siglas en inglés) y la Defensa Civil Siria, ambas apoyadas por EEUU.
«A los sirios se les pide más que nunca que dejen de luchar, escuchen la voz de la mente y la sabiduría, y que lancen negociaciones que pongan fin al largo conflicto mediante un acuerdo político que preserve la integridad territorial de Siria y evada al pueblo sirio de más destrucción y derramamiento de sangre», dijo el responsable jordano.
La ciudad de Duma es la última de la región de Guta Oriental que aún está bajo el control de los rebeldes, después de que las fuerzas gubernamentales hayan conseguido hacerse con la mayor parte de esa zona de las afueras de Damasco tras lanzar una ofensiva en febrero.
Actualmente Jordania alberga por lo menos 650 mil refugiados sirios, según cálculos de la ONU, aunque el Gobierno de Ammán eleva esa cifra hasta 1,3 millones de personas en un país con una población de cerca de 9,4 millones de habitantes.