El cielo se mostraba triste, al igual que los familiares de José Gregorio Briceño, estudiante de segundo año de Derecho de la Universidad de Carabobo, privado de libertad tras ser detenido el pasado miércoles en las cercanías del Consejo Nacional Electoral, luego de consignar un documento con una comisión del movimiento estudiantil Ucista en rechazo a la Asamblea Nacional Constituyente que promueve Nicolás Maduro.
La audiencia de presentación fue inesperada. La esperanza de su pronta liberación se mantenía latente. La peor pesadilla de sus amigos y parientes se hizo realidad: a Briceño le imputaron delitos de los que, afirman, es inocente.
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En los ojos de Carmen Coronel se visualiza el dolor. Un trapito azul la acompaña para secar sus lágrimas, mientras conversa con allegados. Entre sollozos asegura que Briceño no es ningún delincuente.
Pese a la injusta detención de su hijo, en las palabras de Coronel no existe ni un gramo de resentimiento, ni mucho menos de odio, hacía las personas que mantienen preso al joven de 26 años de edad.
Con optimismo y fe en Dios, la madre de José Gregorio Briceño espera verlo pronto en su casa. «Si luchar por la libertad de Venezuela es un delito, entonces la mayoría de los ciudadanos son unos criminales».
