El defensa venezolano, Josua Mejías, se incorporó este lunes a los entrenamientos del Málaga, después de ser apartado del grupo por haber acudido a una fiesta que, en opinión del club español, puso en riesgo la salud de sus compañeros, al no guardar los debidos protocolos sanitarios.
El día de hoy, el club informó acerca del regreso al trabajo de Mejías, tras ser sometido a dos test PCR y dar negativo en ambos, por lo que podría jugar el miércoles en casa ante el Oviedo en la Copa del Rey.
El entrenador del equipo, Sergio Pellicer, aseguró el pasado sábado que el zaguero central estaba «apartado del grupo» por un acto de indisciplina, al haber acudido a una fiesta de fin de año en una discoteca de Marbella, en la que no se respetaban las medidas de bioseguridad requeridas.
En vísperas del partido que su equipo jugó el domingo en Albacete (1-1), Pellicer explicó en rueda de prensa que, «en el momento» en el que fueron «conscientes de lo que ocurrió», decidieron dejar a Mejías «fuera por motivos disciplinarios».
«Somos conscientes del lado donde vivimos, porque somos personas mediáticas y tenemos que dar ejemplo para la sociedad y el grupo, y el jugador se ha equivocado», consideró Pellicer.
Añadió que en el Málaga son todos «una buena familia y, como en todas, hay hijos responsables e irresponsables,», aseveró el técnico castellonense, para quien en este caso Josua Mejías «ha sido el hijo irresponsable», por lo que deben «reconducir las conductas”.
La plantilla malagueña se entrenó esta tarde en el estadio mientras que tres lesionados, el delantero argentino Pablo Chavarría y los centrocampistas Jozabed Sánchez y el marroquí Hicham Boussifiane, realizaron una sesión parcial con el grupo y el defensa Joaquín Matos, con un problema muscular, trabajó en el gimnasio.