La justicia británica adoptó el lunes medidas educativas en lugar de una pena de prisión contra el más joven condenado por delitos de terrorismo en el Reino Unido, un adolescente de 16 años que montó una célula neonazi en casa de su abuela.
Entre octubre de 2018 y julio de 2019, el muchacho, entonces de 13 años y que vivía con su abuela en Cornualles, en el suroeste de Inglaterra, acumuló gran cantidad de documentación, entre la que figuraban instrucciones sobre cómo preparar una bomba, hacer cócteles molotov, fabricar un fusil de asalto AK47 y realizar peleas con cuchillos.
Difundió además en internet comentarios racistas, antisemitas y homófobos.
En el verano de 2019, lideró un grupo neonazi que idolatraba al ultraderechista Anders Behring Breivik, responsable de un asesinato masivo en Noruega en 2011.
Detenido por la presunta fabricación de un arma
Resultó detenido el 23 de julio de 2019 en una operación lanzada a partir de informaciones que indicaban que estaba tratando de fabricar un arma, aunque esto no se pudo confirmar.
El lunes un juez de Londres le impuso medidas educativas durante dos años, subrayando que un regreso a las «actividades extremistas» le llevaría inevitablemente a una «espiral» de penas de prisión cada vez más largas.
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