En una cachapera una familia cenaba con tranquilidad. Faltaban 10 minutos para las 8:00 p.m. cuando Carlos Bracamonte salió a la calle unos minutos y unos sujetos le dispararon.
El padre de la víctima estaba en el sitio cuando ocurrió todo. El recuerda las tres detonaciones y el cuerpo de su hijo que se desplomaba, mientras dos sujetos huían de la misma forma que habían llegado, a pie.
El hombre sabe quienes fueron los asesinos porque son los azotes del sector El Frío, en Carlos Arvelo. Se hacen llamar «La Caja de Agua», una banda que mata roba y secuestra. El doliente le atribuye algunos asesinatos.
Iban por Carrizales y lo esperaban en la calle principal. Se presume que el hecho fue producto de una venganza que el padre atribuye a un conflicto de hace un año, cuando una bala perdida impactó el glúteo de su hija y hermana de la víctima.
Carrizales, de 19 años, murió en el acto, no le robaron nada. Era carpintero y con su sueldo mantenía a una niña de ocho meses. Era el mayor de tres hermanos.
Hace tres meses el operativo de Liberación del Pueblo (OLP) llegó a El Frío y abatió a varios compañeros de los delincuentes, precisó el padre de la víctima.
En la morgue
En el barrio La Democracia, justo por la calle dos, ocurrió un asesinato la noche del viernes. Eran las 8:00 p.m cuando se escucharon varias detonaciones, que impactaron a Jesus Pérez, un nuevo muerto para la parroquia Mariara y el municipio Diego Ibarra.
En Guacara los funcionarios policiales recibieron la información del asesinato de otro joven de 19 años. Esta vez en el barrio San Esteban. Se trató de Edicson Algueño, de 19 años. Presentaba heridas por arma de fuego y su cuerpo estaba tendido en la calle Bolívar con San Esteban. Los uniformados presumen que pudo ser un enfrentamiento entre bandas. El sector colinda con Los Mangos y entre los habitantes de ambas zonas hay rivalidades, lo que pudo promover el hecho delictivo.