Desde las 2:00 p.m. las gradas del estadio José Bernardo Pérez comenzaron a llenarse de feligreses, en su mayoría de jóvenes de distintas parroquias de la Arquidiócesis de Valencia para encontrarse con Jesucristo en la edición trigésima del Encuentro Diocesano de Jóvenes.
Globos, pancartas con los nombres de las parroquias, jóvenes entusiastas, casi todos con un crucifijo en su pecho aplaudían, bailaban y cantaban las canciones religiosas con ritmos alegres.
El vicario general de la Arquidiócesis, monseñor Roberto Sipols dirigió el Vía Crucis acostumbrado en estos encuentros, 15 seminaristas fueron pasando uno a uno mientras se anunciaban las estaciones. En el montículo reposaba la imagen de la patrona de Valencia, la Virgen Del Socorro junto a un crucifijo.
A las 4:00 p.m. llegó el arzobispo monseñor Reinaldo Del Prette, con la alegría de verse envuelto por jóvenes y lo importante que es para él celebrar la eucaristía en esta actividad.
Mientras se dirigían al altar, bromeó con los presentes haciendo una cruz en el home para indicar que como buen fanático de los Tiburones de la Guaira, no le es grato estar en el territorio magallanero, el público enloqueció de alegría y solo le aplaudió.
29 seminaristas y alrededor de 30 sacerdotes acompañaron a Del Prette hasta el altar. La misa fue presidida por el arzobispo, concelebrada por Sipols y Moisés Higuera, canciller de la Arquidiócesis.
Al momento de la homilía, Del Prette enfatizó en la salvación, desde aquel momento en que el ángel Gabriel le anunció a María que sería la madre del Salvador y cuando su esposo José no creía ni aceptaba este acontecimiento.
Monseñor resaltó la importancia de la salvación en la acción que hizo Dios Padre con la humanidad de entregar a su único hijo para salvarlos de sus pecados con la muerte de Jesús en la cruz. Aseguró que el verdadero cristiano no puede ser feliz si está lejos de Cristo, si no cree en él.
El arzobispo manifestó que las circunstancias en las que se vive actualmente, todos los problemas del mundo son debido a que los hombres no buscan reconciliarse con Dios, no lo reconocen y al parecer no les importa.
Para cerrar su reflexión, Del Prette instó a todos los presentes a leer y escuchar la palabra de Dios, a que todos se dejen guiar por los planes perfectos del Padre y buscar el bien para el prójimo.
Aprovechó de pedir al Espíritu Santo por la conversión de todos los dirigentes políticos del país, para que ilumine sus pensamientos y puedan recuperar a Venezuela junto al pueblo con unidad.
A los venezolanos en general los invitó a confiar en Dios como el hijo confía en su padre cuando se lanza a sus brazos con la seguridad que no caerá al suelo. Al finalizar, los feligreses con mucha emoción aplaudieron a Del Prette de pie.
El encuentro culminó con una pequeña llovizna de bendiciones como indicó una religiosa.
@Richardtineocs
