Un juez federal prohibió el martes a las autoridades federales de inmigración usar una normativa de salud pública conocida como Título 42 para expulsar rápidamente a los migrantes venezolanos y de otras nacionalidades, bloqueando la herramienta principal que la administración de Biden ha utilizado para manejar una ola migratoria sin precedentes a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
El juez Emmet Sullivan del Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito de Columbia anuló una orden emitida por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) que permitía a los funcionarios fronterizos de los EE.UU. expulsar a cientos de miles de migrantes por motivos de salud pública, diciendo que el edicto no estaba debidamente promulgado.
Emitida por primera vez en 2020 por la administración Trump al comienzo de la pandemia de coronavirus, la política del Título 42 se basa en una ley de finales del siglo XIX diseñada para detener la «introducción» de enfermedades contagiosas en los EE. UU. Los migrantes procesados bajo el Título 42 no pueden solicitar asilo en Estados Unidos y, en cambio, son expulsados sumariamente del país.
El fallo del martes se deriva de una demanda presentada por la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), que ha argumentado que el Título 42 pone en peligro a los inmigrantes y viola la ley de asilo de EE.UU. Los migrantes en territorio estadounidense, incluidos aquellos que cruzan la frontera ilegalmente, pueden solicitar protección humanitaria.
“Este fallo es de enorme importancia para los solicitantes de asilo y, con suerte, pondrá fin al uso indebido de las leyes de salud pública para impedir que las personas desesperadas busquen protección”, dijo a CBS News Lee Gelernt, el abogado de la ACLU que presentó la demanda.
CBS News contactó a los Departamentos de Seguridad Nacional y Justicia, que podrían solicitar a un tribunal de apelaciones que suspenda el fallo del martes. Sullivan dijo que no pausaría su fallo en espera de una apelación.
Política “arbitraria y caprichosa”
En una opinión de 49 páginas, Sullivan dijo que determinó que la política del Título 42 era «arbitraria y caprichosa», en violación de la ley administrativa federal que rige las regulaciones. Dijo que los CDC no explicaron adecuadamente la justificación para autorizar una autoridad de expulsión sin precedentes, en lugar de implementar medidas menos drásticas para mitigar las preocupaciones de COVID, como vacunas y anticuerpos monoclonales.
Sullivan también dijo que los CDC «no consideraron el daño a los migrantes sujetos a expulsión», citando informes que advierten que los migrantes podrían ser perseguidos o victimizados en México y en otros lugares después de ser expulsados de los EE. UU.
«No es razonable que la CDC asuma que puede ignorar las consecuencias de cualquier acción que decida tomar en la búsqueda de cumplir sus objetivos, particularmente cuando esas acciones incluyeron la decisión extraordinaria de suspender los derechos procesales y sustantivos codificados de los no ciudadanos buscando puerto seguro», escribió Sullivan.
Después de continuar con las expulsiones durante más de un año, la administración de Biden anunció en abril la terminación del Título 42, citando la mejora de las condiciones de la pandemia. Pero a través de una demanda por separado, una coalición de estados liderados por republicanos convenció a un juez federal en Luisiana para que detuviera la terminación.
Si bien apeló ese fallo, la administración de Biden ha seguido confiando en gran medida en el Título 42 como política de gestión fronteriza en medio de cifras récord de detenciones de inmigrantes a lo largo de la frontera sur. También amplió recientemente las expulsiones fronterizas para disuadir a los migrantes venezolanos de ingresar ilegalmente a los EE. UU.
Más de un millón de migrantes expulsados
En el año fiscal 2022, que finalizó el 30 de septiembre, los funcionarios estadounidenses a lo largo de la frontera sur detuvieron a los migrantes casi 2,4 millones de veces, el recuento anual más alto registrado. Más de 1 millón de esos encuentros con migrantes resultaron en su expulsión bajo el Título 42, según muestran las estadísticas federales.
En el papel, el Título 42 se aplica tanto a las fronteras terrestres con Canadá y México como a los migrantes de todas las nacionalidades, pero se ha utilizado principalmente a lo largo de la frontera sur para devolver a los adultos migrantes mexicanos y centroamericanos a México o a la región del Triángulo Norte de Centroamérica, compuesta por por Guatemala, Honduras y El Salvador.
Por razones diplomáticas y logísticas, EE. UU. no ha utilizado el Título 42 a gran escala para expulsar a inmigrantes de otras nacionalidades. Una excepción fue un bombardeo de expulsión aérea a Haití en el otoño de 2021 tras la repentina llegada de miles de inmigrantes haitianos a Del Rio, Texas.
Durante más de dos años, México solo permitió que EE.UU. expulsara a su territorio a migrantes mexicanos y centroamericanos. Pero en octubre, México anunció que aceptaría las expulsiones de venezolanos como parte de una estrategia más amplia que incluía el acuerdo para permitir que hasta 24 mil venezolanos ingresen legalmente al país.
Si bien las administraciones de Trump y Biden han presentado la política del Título 42 como una herramienta para reducir los brotes de coronavirus en las instalaciones de detención fronterizas, los expertos en salud pública han cuestionado su fundamento de salud pública, incluidos los funcionarios de los CDC que objetaron la implementación de la política.
Con información de CBS News.
