Más de ocho kilómetros separaban este jueves al acusado de maltratar a su pareja y a la jueza que le condenó a quince meses de prisión, en un proceso en Austria que se realizó por videoconferencia para reducir el riesgo de contagio por el COVID-19.
Mientras la jueza, la fiscal y el abogado defensor se encontraban en el edificio del Tribunal regional de Salzburgo, el acusado estaba en un centro penitenciario, ubicado en una localidad a ocho kilómetros de distancia.
El Ministerio de Justicia de Austria permite desde el pasado lunes este tipo de procesos, dentro de las medidas para ralentizar la expansión del coronavirus, del que hay ya 2.013 positivos y seis fallecidos en Austria.
La defensa se mostró de acuerdo en utilizar esta fórmula, informa la agencia APA.
El ya condenado admitió los delitos de lesiones, amenazas y privación de libertad de los que se le acusaban y fue sentenciado a quince meses de prisión, catorce de ellos en libertad condicional, y a pagar a la víctima 1.000 euros. EFE