El Kremlin afirmó hoy que no cree que Berlín interrumpa la construcción del gasoducto Nord Stream 2 tras las amenazas hechas este domingo por el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, de cerrar este proyecto en respuesta al envenenamiento del opositor ruso Alexéi Navalni.
«Vemos declaraciones como esta y observamos que por cada nueva declaración de este tipo surgen otras dos que explican lo absurdas de las propuestas», señaló el portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov.
El representante del Kremlin recordó que las autoridades rusas han pedido a Berlín información sobre el estado de salud de Navalni, quien se encuentra ingresado en una clínica alemana, y celebró que Maas afirmase que la solicitud rusa se vería satisfecha.
«No hay ninguna razón que impida entregarnos esta información. Por eso esperamos que, tomando en cuenta la repercusión que ha tenido este caso, la información la entregarán en los próximos días, la esperamos con impaciencia», indicó.
El paciente de Berlín
Peskov señaló que «esta información ayudará a establecer las causas que condujeron a la enfermedad del paciente de Berlín», como llama el Kremlin a Navalni, cuyo nombre evita decir.
El Gobierno alemán aumentó este domingo la presión contra Rusia en relación con el caso Navalni, y amenazó por primera vez con interrumpir el gasoducto Nord Stream 2 que llevará directamente gas ruso a Alemania por el fondo del mar Báltico.
El pasado miércoles, el Gobierno alemán confirmó que Navalni resultó envenenado con el agente tóxico Novichok, y exigió a Rusia explicaciones al respecto y cooperación con las investigaciones.
En tanto, las autoridades rusas niegan que los médicos hayan detectado huellas de sustancias tóxicas en los análisis del opositor, y piden a Berlín los resultados de los test que prueben el envenenamiento.
Navalni, que sigue en coma, recibe tratamiento desde el pasado día 22 en la clínica berlinesa de la Charité, a donde fue trasladado desde un hospital en la ciudad siberiana de Omsk, en el que había sido ingresado tras sufrir un colapso durante un vuelo. EFE
