Kuwait ordenó el jueves la expulsión de unos 15 diplomáticos iraníes luego de que la Corte Suprema condenara en el emirato a miembros de un grupo terrorista por vínculos con Irán, indicó este jueves a la AFP una fuente gubernamental kuwaití.
Kuwait también ordenó el cierre de las misiones militar, cultural y comercial de Irán en el emirato, añadió la fuente.
La Corte Suprema de Kuwait acaba de condenar al jefe de la célula terrorista a cadena perpetua y a 20 miembros del grupo a diversas penas de prisión por sus vínculos con Irán y el Hezbolá chiita libanés y por haber proyectado cometer atentados en Kuwait.
La célula tenía 26 miembros, todos kuwaitíes con la excepción de un iraní que se encuentra en paradero desconocido.
La agencia oficial KUNA indicó por su parte que Kuwait pidió reducir la cantidad de diplomáticos que trabajan en la legación iraní, el cierre de sus misiones anexas y la suspensión de las reuniones mixtas de cooperación.
La agencia, que cita un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores kuwaití, no precisó la cantidad de diplomáticos expulsados.
El ministro interino de Información, jeque Mohamed Abdalá al Sabah, interrogado por AFP, confirmó que su país había tomado medidas de retorsión contra Irán pero se abstuvo de detallarlas.
El lunes, el periódico Al Seyassah informó que 14 chiitas kuwaitíes, miembros del mismo grupo, habían huido por mar hacia Irán.
El periódico, que cita a un alto responsable de los servicios de seguridad, precisó que esas personas huyeron el domingo al conocer la decisión de la Corte Suprema de condenarlos a penas de prisión.
La información fue confirmada el miércoles por las autoridades kuwaitíes que no precisaron no obstante a qué país huyeron.
Las medidas de Kuwait se producen en plena crisis del Golfo, en la que las relaciones con Irán son uno de sus elementos.
Arabia Saudita, Baréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto justificaron su ruptura de relaciones con Catar el 5 de junio y las sanciones económicas tomadas en su contra, por su apoyo al "terrorismo" y su cercanía con Irán, país chiita y principal rival de los sunitas saudíes.
Kuwait, en donde un tercio de la población local es chiita tiene el rol principal de intermediario en esta crisis.
Los países árabes del Golfo acusan regularmente a Irán de injerencia en sus asuntos, lo que Teherán desmiente.