El 2021 estará en una parte oscura de los recuerdos de quienes trabajan para la administración pública en Venezuela. El vicerrector administrativo de la Universidad de Carabobo (UC), José Ángel Ferreira, no tiene dudas de que el sector es el peor pagado del continente.
En el pasado, quienes eran parte de esas nóminas estaban en un estrato privilegiado del país, pero paulatinamente se han perdido gran parte de sus beneficios. “El momento crítico ocurrió en el año 2018 cuando se homogeneizaron las tablas salariales, después de la reconversión monetaria de ese año”.
Pero con la reconversión de 2021 se agravó la situación, dado que se debe un año completo de prestaciones sociales que no fue cancelado a tiempo y que ya está absolutamente devaluado, al igual que una serie de reivindicaciones salariales que no han sido cumplidas este año.
“En una Venezuela sometida a un proceso de hiperinflación inédito, donde el bolívar se fue a menos y prácticamente vivimos en una economía dolarizada, la administración pública es la peor pagada del continente y a ella fueron incorporados injustamente los sueldos del personal universitario; y para colmo, pagados por la Plataforma Patria, con muchos defectos técnicos y considerable atraso”.
Diáspora y jubilaciones
Las consecuencias de este drama se evidencian en la falta de profesionales en la UC, por la diáspora interna de estos talentos. “Las jubilaciones se producen tan pronto se cumplen los 25 años de servicio y muchísima gente está en este momento trabajando en dos o tres frentes para poder mantener a su familia”.
Esto ha generado severas dificultades para ubicar recursos humanos a dedicación exclusiva para la UC, quedando pocos en esta modalidad, tomando en cuenta que tampoco existen los incentivos de seguridad social como los aportes y retenciones de las cajas de ahorros, seguro social obligatorio, fondo de apoyo habitacional y el fondo de pensiones, que no han sido honrados durante cinco meses.
Además, alrededor de 900 jubilados y sobrevivientes no han cobrado su pensión en diciembre. “En este momento oscuro, la Plataforma Patria ha sido un desafortunado y desconsiderado protagonista y resulta obvio que las nóminas sean devueltas a las universidades… No tenemos duda de que estamos en el peor momento de la historia para los funcionarios públicos venezolanos, solo superado por las consecuencias de la Guerra Federal”.
Hizo un llamado a la rectificación del Gobierno y a la construcción de una visión compartida que permita recuperar a la universidad, “reivindicar su rol como fábrica de esperanza y, en un mismo acto, devolver a la administración pública la plataforma ética que le ha erigido como escuela de conocimientos soportados en valores republicanos de primer orden”.