En un ambiente de alegría contagiosa, se realizó el pasado viernes el encendido del árbol de Navidad de El Carabobeño, en la plaza del centro comercial Omnicentro, en Naguanagua.
Un nutrido público se dio cita para disfrutar de las atracciones que se tenían programadas, bajo la animación de Eleazar Valderrama.
Para iniciar la velada le correspondió al padre, Luigi Azzalini, de la Iglesia Don Bosco, bendecir el árbol de Navidad. Momento que aprovechó para hacer reflexiones sobre la celebración.
El sacerdote habló sobre el significado del árbol, y lo describió como como la luz de la esperanza en tiempos navideños. La estrella simboliza la ruta al cielo, al infinito.
También se refirió a la importancia del pesebre, que tradicionalmente se monta en los hogares venezolanos, pues el objetivo principal de la Navidad, es el nacimiento del hijo de Dios, y eso es lo que se debe celebrar.
Luego intervino la gerente general de El Carabobeño, Carmen Grillet, quien agradeció la presencia del público, y reiteró que la tradición del encendido del árbol en el Omnicentro tiene más de 20 años, y con ella se busca el acercamiento de la comunidad.
Posteriormente comenzó la presentación de las agrupaciones musicales, correspondiendo la primera entrega a Retrogaitas, dirigida por Angel Carmeza.
Esta agrupación, de 12 integrantes y creada hace cinco años, es de la comunidad Colinas de Girardot, de Naguanagua. Interpretó 15 gaitas que puso a bailar a los presentes.
Luego se realizó un desfile flashmob navideño, de Skyway Internacional, con participación de modelos en formación categoría Infantil y juvenil, bajo la dirección de Sara García.
Seguidamente se presentó la agrupación La 50 Gaitas, dirigida por Claudio Martinelli, que se ganó el aplauso del público con la interpretación de 12 gaitas, incluyendo tres popurrís.
El grupo, procedente de San José de Tarbes, se conformó en noviembre de este año. Anteriormente era el grupo de gaitas de la Promoción 50 del Colegio La Esperanza.