Como todo el mundo sabe, una de las primeras decisiones que tomó la asamblea nacional constituyente  – lo escribo con letra minúscula porque para mi es ilegal –  ha sido la de establecer el 15 de octubre como fecha para las elecciones de gobernadores, elecciones previamente saboteadas por el mismo gobierno  al impedir su realización en diciembre del 2016 como correspondía de acuerdo a la Constitución vigente.

este bravo pueblo no ha perdido la fe y la esperanza en el voto

No hay que ser particularmente duchos en política para entender las razones por las cuales el gobierno de Maduro anuló el proceso electoral del año pasado. Del mismo modo es más que evidente que la decisión para  darle inminencia a esa fecha electoral, además de tratar de demostrarle al mundo entero que en Venezuela si hay democracia porque se vota, como si fuera suficiente ser votado por el pueblo para ser considerado “democrático”  – Hitler y Mussolini han sido votados por el pueblo – agarra a la oposición en una situación bastante comprometida porque no le da ni tiempo para realizar sus primarias favoreciendo, de paso, una tendencia abstencionista. Sin embargo, contrariamente a las expectativas del Sr. Maduro y de su gente, no está sucediendo eso y, de acuerdo a encuestas muy confiables, más del 70% de los inscritos al CNE está dispuesto a ir a votar…y no ciertamente por el oficialismo. Es evidente entonces que, en nombre de la democracia y de la libertad este bravo pueblo no ha perdido la fé y la esperanza en el voto. A tal propósito quiero citar una frase de Nicolás Maquiavelo (1469 – 1527), famoso pensador florentino, sacada de su libro “Discursos sobre la primera década de Tito Livio” que en este momento dramático que vive Venezuela, adquiere una actualidad extraordinaria: “Yo les aseguro que el hombre que no toma decisiones y permanece neutral, es odiado por el que pierde y despreciado por el que gana”.

Hay momentos en la vida entonces en los cuales uno no puede ni debe permanecer neutral y tiene que tener la hombría de tomar una decisión, de definir su posición. Pretender seguir en el aire por quieto vivir, en virtud de esa forma de pensar de que “nunca se sabe lo que pueda pasar”, se corre el riesgo, como dice Maquiavelo, de ser odiado por el que pierde y de ser miserablemente despreciado por el que gana. Yo opino que si una persona de verdad quiere a su país, no puede desinteresarse de la vida política que, al fin y al cabo, abarca casi todas las facetas de nuestra vida cotidiana, desde el costo de la vida hasta la seguridad personal, desde la asistencia medica hasta la falta de libertad.

Yo creo que a lo largo de toda su historia, Venezuela nunca ha vivido situaciones tan críticas como las que está viviendo ahora y la única manera para tratar de resolverlas con responsabilidad ciudadana es tener la hombría de recapacitar si nos hemos equivocado. Hay momentos en la vida en los cuales tomar una decisión clara y definida es una obligación, un deber cívico, es un desafío moral, es un imperativo al cual nadie puede substraerse. Acuérdense siempre  de las palabras de Churchill pronunciadas en 1941, en uno de los momentos más críticos de la historia de Inglaterra cuando decía que…”nada está perdido hasta que todo no esté perdido”!  Tengamos entonces suficiente sentido de pertenencia patriótico y vayamos a votar en forma masiva porque el que calla…-otorga. Martin Luther King siempre decía que…si un hombre es solo a soñar, el sueño se queda en un sueño, más si muchos hombres sueñan juntos, el sueño puede convertirse en realidad…y el domingo 15 de octubre Venezuela entera sueña por la paz y por la libertad!

Desde Italia – Paolo Montanari Tigri




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