El superclásico Boca Juniors-River Plate, por la ida de la final de la Copa Libertadores 2018 previsto para este sábado, se suspendió por inclemencias climáticas y se jugará el domingo, anunció la Conmebol.
"Por motivos de fuerza mayor el partido queda suspendido para mañana, domingo 11 a las 16:00" (19H00 GMT), señaló la máxima autoridad de fútbol sudamericano en su cuenta en Twitter.
Una lluvia torrencial con vientos fuertes se abatió sobre Buenos Aires desde el amanecer del sábado pero la decisión de postergar el partido se demoró a la espera de que mejore el clima y llegue a drenarse el campo de juego del estadio de Boca, anfitrión de la ida.
El anuncio al público fue hecho 95 minutos antes de la hora prevista para el encuentro (20H00 GMT) por los altoparlantes dela mítica Bombonera, que ya tenía casi sus 53.000 plazas ocupadas y donde la hinchada no cesaba de cantar bajo la tormenta.
Un país entero estaba expectante de la resolución de la Conmebol sobre el partido del siglo.
Las puertas del estadio La Bombonera se abrieron pasadas las 13H00 locales (17H00 GMT), hora prevista para que ingresara el público para atravesar un fuerte dispositivo de seguridad con unos 1.200 policías movilizados.
Impedidos por causas de seguridad de acudir a la Bombonera, miles de hinchas de River se reunieron frente al estadio Monumental para alentar con un 'banderazo' rojiblanco a sus jugadores.
El plantel dirigido por Marcelo Gallardo, se disponía a salir de su estadio sin su conductor, que no podía concurrir a la cancha por una sanción de la Conmebol, pero finalmente quedó en el club situado en la zona norte de la capital.
En tanto, el plantel de Boca, con su DT Guillermo Barros Schelotto al frente, llegó a salir de la concentración en un hotel céntrico y subirse a un ómnibus pero casi inmediatamente volvieron a bajar a la espera de una decisión.
El partido fue finalmente pospuesto para el domingo a las 16H00 local (19H00 GMT) pese a que el pronóstico metereológico anuncia lluvias hasta el próximo martes.