La llegada de la pandemia del COVID-19 presentó un fuerte reto para la iglesia católica. Las puertas de los templos se cerraron por varios meses y esto generó preocupación en los religiosos.
Pero la iglesia se reinventó y se adaptó al momento histórico que se vivía en el mundo.
Honegger Molina, vicario episcopal de los medios de comunicación de la Arquidiócesis de Caracas, se refirió sobre la digitalización de las eucaristías y las celebraciones que se ofrecen en las casas de Dios.
Prácticamente todo lo tenemos digitalizado, menos la confesión, manifestó el padre Molina en el programa matutino Primera Página al destacar que en marzo del 2020 (mes en que comenzó la cuarentena por COVID-19 en Venezuela) ninguna parroquia llegaba a los hogares por medio de transmisiones en vivo.
Hoy por hoy todas las parroquias ya tienen una transmisión, si no diaria, al menos semanal, de la eucaristía y también de otras celebraciones. Esta experiencia nos ha llevado a abrir las fronteras de la iglesia y llegar a muchas mas gente", agregó en el programa transmitido por Globovisión.
El padre Honegger Molina subrayó que con esto, todos los hogares se convierten en templos de Dios.
Aseguró que, junto con eucaristías ofrecidas en memoria a personas que han fallecido, hoy día celebraciones como el bautismo, primera comunión, confirmaciones y matrimonios pueden completarse uniendo a parte de la familia y padrinos vía remoto.
Antes necesitábamos la presencialidad de los padrinos, ahora tenemos que ofrecer vía remota esta oportunidad, y así cantidad de servicios que tenemos, manifestó el padre Molina.
El sacerdote añadió que la iglesia católica migró al área digital las formaciones previas que las personas deben tener para cumplir con el bautismo, la primera comunión y el matrimonio. Reconoce que algunos han tenido mayor éxito que otros por la falta de capacidad de sacerdotes y religiosos en el ámbito digital.
Con información de Globovisión