Para nadie es un secreto que estamos viviendo los días venezolanos más difíciles y cruciales en muchos años. Tanto los que viven en Venezuela como para los que dejamos enterrado nuestro corazón allá, sabemos que estamos haciendo historia. Pero eso deja tras de sí una cuota delicada de desgaste físico y emocional.
Hablar de música en estos días pareciera trivial e impertinente, pero insisto en utilizar el hecho musical como herramienta para aplacar dicho deterioro, consecuencia de la angustia y afinar la visión, pues hacer terapia con la música no solo nos ayuda a calmarnos y tranquilizarnos, sino a enfocarnos y visualizar con energía nuestro accionar.
Terapia y música, convertida ahora en la musicoterapia, es una alternativa que debemos aprovechar.
Basado en libros, puedo definir a la musicoterapia como una disciplina terapéutica que utiliza la música y sus elementos (sonido, ritmo, melodía y armonía) para promover la salud física, emocional y mental. Tanto la musicoterapia pasiva (escuchar música) como la activa (hacer música, cantar, tocar un instrumento), contribuye a una estabilidad emocional y mental. Los profesionales de la musicoterapia diseñan intervenciones específicas para abordar nuestras necesidades individuales, utilizando técnicas como la improvisación musical, la escucha de música y/o la creación de canciones. Se emplea en una variedad de contextos, incluidos hospitales, escuelas y centros de rehabilitación, y puede ser beneficiosa para personas de todas las edades. Ayuda a reducir el estrés, mejorar la comunicación, fomentar la expresión emocional y facilitar el manejo del dolor, entre otros beneficios. Y, obviamente, en momentos sociales álgidos, delicados, de incertidumbre y donde, aparentemente, la fe se diluye entre los dedos.
Por otra parte, la resiliencia -no confundir con el conformismo, pesimismo o indiferencia- es la capacidad de una persona para enfrentar, superar y crecer ante la adversidad y el estrés. Se refiere a la habilidad de recuperarse de experiencias difíciles, traumas, pérdidas o cambios significativos en la vida. Hay un viejo dicho que reza que si algo tiene solución, ¿para qué te vas a preocupar?, y si no tiene solución ¿para qué te vas a preocupar?, pero la preocupación viene en ese limbo, en esa vacilación de no ver luces, aún cuando las haya. La resiliencia, por otra parte, no implica una ausencia de dificultades, sino una fortaleza interna que permite adaptarse y continuar adelante a pesar de los desafíos.
Música y resiliencia van de la mano, sobre todo en estos difíciles días. Sumando, la musicoterapia, la resiliencia, la esperanza, el manejo de las emociones y el enfoque hacia una meta son componentes fundamentales para nuestro bienestar. El uso de la música puede apoyar la resiliencia y el manejo emocional, proporcionando un medio para la expresión y la regulación emocional.
La resiliencia y la esperanza son esenciales para mantener una perspectiva positiva y la motivación, incluso en tiempos difíciles. El manejo efectivo de las emociones permite a las personas enfrentar los desafíos de manera constructiva, mientras que el enfoque hacia una meta proporciona dirección y propósito, facilitando el logro de objetivos personales y profesionales. Juntos, estos elementos contribuyen a un enfoque equilibrado y, a la larga, satisfactorio.
Hasta aquí, cualquiera puede leer y pensar que solamente me refiero a música para la relajación, para el relax o para la distracción. Aclaro: es importante acudir a estas herramientas de calma sonora por salud mental y emocional. YouTube y Spotify están repletos de videos con audios de relajación muy bien elaborados. Pero incluyo y subrayo muchas canciones que nos permiten despertar la fe, la visión, la esperanza, la fuerza… Cantos desde y para Venezuela, hecha por y para venezolanos.
Si unimos ambos términos, la musicoterapia y la resiliencia, pues la esperanza, el manejo de las emociones y el enfoque hacia una meta se afianzan al ser componentes fundamentales para la búsqueda del bienestar individual, familiar y general. La musicoterapia puede apoyar al encauce de la resiliencia y del manejo emocional, al proporcionar medios para la expresión y la regulación emocional. La resiliencia y la esperanza son esenciales para mantener una perspectiva positiva y la motivación, incluso en tiempos difíciles como los que vivimos.
A propósito de la importancia de la música para llevar la resiliencia, la fe y la visión, recomiendo esta hermosa canción.
https://www.youtube.com/watch?v=8Vb9xgWDYAI