Este miércoles los vecinos de La Isabelica se congregaron en las calles para despedir a Ruben González, adolescente de 16 años asesinado de un balazo el pasado lunes, durante la represión de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que siguió al trancazo de 10 horas convocado por la Mesa de la Unidad Democrática.
Vecinos del sector y de políticos de la región decidieron marchar junto al féretro del joven para mostrar su apoyo a Dexy Gonzalez, madre de la víctima, y sus familiares. Las calles se llenaron de coronas de flores, pancartas, banderas tricolor.
Justo en el lugar en el que fue herido se realizó una misa, cerca de la clínica Elohim. Ahí se alzaron las voces para recordar quién había sido ese joven que acababa de salir de bachillerato y que practicaba boxeo. Su última clase había sido ese mismo lunes.
Muchos jóvenes, en su mayoría compañeros de diferentes actividades, lloraban al menor. Era su amigo, su compañero de entrenamiento y camaradería. No les importaba el sol o todo el trayecto que tenían que recorrer. Su único deseo era poder compartir con él ese momento que nunca desearon.
La procesión duró cerca de una hora. Unos minutos la multitud se detuvo frente al destacamento de la GNB, una acción que tenía muchas lecturas. La madre no paraba de llorar, no quería despedir a su muchacho. Quería que volviera como lo hacía muchas veces.
En el Cementerio Municipal, el nicho estaba preparado. Ya no contaban con las más de 200 personas que caminaron por La Isabelica, eran menos. En su mayoría allegados. Ahí estuvieron unos treinta minutos hasta que dieron el último adiós.