Cuando falta poco para que el reloj marque las 5:00 p.m, los trabajadores comienzan a preocuparse, no porque serán víctimas de la inseguridad, que es una angustia habitual, sino porque desde las 4:30 p.m comienza la odisea para tomar un vehículo de transporte público y llegar hasta sus hogares.

Junior Matheus vive en Plaza de Toros, al sur de Valencia. Cuando sale de su casa temprano en la mañana, tarda en llegar entre una hora y hasta una hora y media a su trabajo. Para el regreso, debe esperar casi hasta las 6:30 p.m, que es cuando pasan los autobuses. Pero no siempre tiene suerte, le ha tocado caminar desde la Torre Venezuela, en la avenida Bolívar norte, hasta la estación Francisco de Miranda del Metro de Valencia, conocida como Rectorado.

Como Matheus, muchos trabajadores que viven en el sur de la ciudad se cansan de esperar una unidad, con la mínima esperanza. La mayoría llega a las paradas con personas aglomeradas en las puertas, sin espacio para que alguien más entre.

«Van bajando, un momentico. Flaco colabórame allí por el final del pasillo; mi reina acomódate el bolso para que puedan pasar y suba esta gente», son algunos de los llamados de los colectores que se logran oír cada vez que llega un autobús a alguna  parada.

A María Rodríguez, una señora de 68 años, le ha tocado esperar más de una hora para irse hasta su casa. Ella debe aguardar que un vehículo tenga espacio suficiente para poder subir. «Hay veces que llego a mi casa a las 8:00 p.m y no tengo para pagar un taxi. A veces debo caminar hasta cualquier estación del metro».

Esperar una unidad de transporte público después de las 7:00 p.m incrementa los riesgos. Yenni Bessio fue víctima de un robo, junto a sus compañeros, tras salir de su oficina cerca del Abasto Bicentenario de la avenida Bolívar Norte de Valencia.

Hace 15 días ocurrió el hecho. Se disponía a caminar junto a sus compañeros hasta la estación Francisco de Miranda por falta de transporte público, cuando fue sorprendida por unos sujetos, que la despojaron de su celular y una cartera. «No tengo tarjetas, debo ir al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas a hacer la denuncia y no me voy en la puerta de la camionetica porque me da miedo».

UNIDADES VS METRO DE VALENCIA

Aunque los ciudadanos corran con la suerte de subirse a una unidad de transporte público  desde la redoma de Guaparo hasta la estación Cedeño del Metro de Valencia, viven una experiencia catastrófica, como la define Mayra Jiménez.

Ella es empleada de una clínica privada y aunque espera hasta después de las 6:15 p.m para subirse a un autobús, debe enfrentarse luego a la multitud en el transporte subterráneo para llegar más cerca de su casa. «Muchas veces camino desde la Torre Venezuela hasta la estación de servicios La Ceiba para tomar un bus y no llegar tarde a mi casa, sin embargo espero más de 45 minutos para poder moverme de aquí», detalló Jiménez.

Su compañera, Ángela Tovar,  es testigo de la odisea que pasan. «En el metro no hay respeto y es una experiencia horrible».

Edicson Romero, un almacenista de 31 años, debe pedirle a su jefe que le permita salir siempre a las 5:30 p.m cuando su horario legalmente es hasta las 6:00 p.m, porque sabe todo lo que debe hacer para llegar hasta su casa. El habitante de Plaza de Toros detalló que las personas corren y se golpean unos a otros para ganar el premio de subirse al autobús. Él, como muchos otros valencianos, no tiene el dinero suficiente para pagar un taxi hasta su casa, que según él oscila entre 8 mil y 20 mil bolívares.

No se sabe cuál experiencia es peor, si la de subirse a una unidad de transporte público, o enfrentarse y correr suerte para subirse al metro de Valencia. Las paradas con más personas a la espera del transporte desde la redoma de Guaparo hasta la estación Cedeño del Metro de Valencia son las del centro comercial Guaparo, Torre Venezuela, estación de servicios La Ceiba, Abasto Bicentenario, centro comercial Camoruco, centro comercial Galerias, Torre Banaven.

En sentido contrario están las paradas de estación del metro Francisco de Miranda, Torre Banaven, Tijerazo, Farmatodo (frente al centro comercial Camoruco) y Centro Profesional avenida Bolívar Norte.

 

 

 




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