La Organización de las Naciones Unidas rehabilitó y equipó, este martes, pozos de agua dentro de Damasco y su periferia, para cubrir un tercio de las necesidades diarias de la población de agua potable, cuya escasez afecta a unos 4 millones de habitantes de la capital desde finales de diciembre.
El portavoz de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jens Laerke, indicó que están muy preocupados por el riesgo de enfermedades y de sanidad que se pueden derivar de esta circunstancia.
De acuerdo a la ONU, las autoridades sirias activaron un «plan de emergencia», apoyado también por camiones cisterna destinados a socorrer la sed de la población. El Gobierno sirio y los rebeldes sellaron un alto el fuego general el pasado jueves, tras seis años de guerra civil.
Con información de EFE