Si bien es cierto que en las últimas décadas se ha percibido un repunte importante del cáncer no menos cierto es que los profesionales de la salud cada día están mejor preparados para combatirlo y la tecnología avanza para enfrentarlo y someterlo con firmeza.
Las cifras del Ministerio de Salud sostienen que en Venezuela, anualmente, fallecen más de 24 mil pacientes por cáncer. El 51 por ciento son hombres y el 49 por ciento, mujeres. Es la segunda causa de muerte en el país, aun cuando se ha insistido en la educación de la población para que se realicen las pesquisas en forma temprana y se puedan obtener mejores resultados en sus tratamientos.
Giuseppe Figurelli y Luisa Suárez, son médicos radioterapeutas. Ambos consideran que los tratamientos del cáncer han evolucionado positivamente propiciando a los pacientes una mejor calidad de vida, con menos efectos tóxicos y mayor asertividad a la hora de aplicar el procedimiento. “Pero para que el resultado sea el esperado hay que profundizar en las campañas de prevención, a fin de que las personas se chequeen con frecuencia y pueda detectarse a tiempo”.
Hace 10 o 12 años se utilizaba el tratamiento de Radioterapia en 2D. Hoy, los procedimientos computarizados se realizan en 3D, a los cuales se le anexan técnicas como la IMRT, que es una radioterapia de intensidad modulada, utilizada para ciertas patologías. Entre ellas: cáncer de próstata tumores cerebrales, ginecológicos y reirradiaciones, entre otras.
La radioterapia moderna está basada en imágenes y su aplicación consiste en irradiar el tumor de forma más segura, evitando llegar a las áreas no afectadas. “Antes, se aplicaba el tratamiento en 2D, que consistía en localizar el área del tumor sobre la piel y rayos X. Actualmente, -dijeron-, hacemos una planificación de los campos de tratamiento que incluye a los órganos sanos y, basados en la curva de histograma, se evalúan los volúmenes que puedan estar aceptados dentro del campo de tratamiento con la dosis adecuada para el tumor y los órganos sanos”.
La doctora Luisa Suárez admitió que la evolución de la radioterapia ha sido importante. “El cambio es drástico porque con los nuevos procedimientos, los pacientes cada día tienen menos efectos colaterales, toleran mejor su tratamiento y optimizan su calidad de vida”.
