La vaquita marina, animal del que solo quedan diez ejemplares o menos en el mundo, podría sobrevivir por su cuenta si se elimina la pesca de enmalle en las aguas mexicanas, según un estudio que publica este jueves la revista Science.
Es la conclusión a la que ha llegado un grupo de biólogos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) tras hacer un análisis genético de 20 vaquitas que vivieron entre los años 1975 y 2017.
Los resultados muestran que, si se detiene de inmediato este tipo de pesca en la zona que habitan, en el golfo de California, su población tiene muchas posibilidades de recuperarse.
"La vaquita no está condenada por factores genéticos, como mutaciones dañinas, que suelen afectar a muchas otras especies cuyo acervo genético se ha reducido de manera similar", explicó uno de los autores del estudio, Christopher Kyriazis.
Su principal amenaza, por tanto, son los pescadores furtivos que utilizan el trasmallo -una red fija de malla que se coloca para que los peces que entren se queden enredados- para capturar totoabas.
Aunque la caza de totoaba está vetada en México, muchos aseguran que la prohibición no se respeta.
El estudio demuestra también que la consanguinidad, algo inevitable debido al reducido número de ejemplares de vaquita marina que hay en el mundo, no representa un riesgo tan grande para la especie como se pensaba.
Los investigadores utilizaron la información genética almacenada durante décadas para desarrollar varias simulaciones por ordenador y predecir qué le ocurriría a la población de vaquitas en diferentes escenarios.
Vieron que si se eliminan de inmediato las muertes asociadas a la pesca con trasmallo la especie tiene altas probabilidades de sobrevivir. Sin embargo, incluso un bajo número de muertes por este motivo podría ser suficiente para condenar al animal a la extinción.
"No hay ningún resultado predeterminado", defendió otro de los autores, Phillip Morin, quien añadió: "La supervivencia de estos individuos, y de su especie, está en nuestras manos".