Parque Valencia
La recolección de basura en Parque Valencia solo la hacen en la avenida principal y de forma intermitente (Foto: Dayrí Blanco)

Los vecinos de Parque Valencia están claros. Ellos saben identificar muy bien el antes y el después de las precariedades que enfrentan día con los servicios públicos que, para ellos, iniciaron hace 22 años.

Roberto Matos sale al menos dos o tres veces a la semana de su casa empujando una carretilla cargada de basura. Se trata de los desechos sólidos que se generan habitualmente en su hogar. Camina alrededor de 500 metros hasta la avenida principal, donde los habitantes de la urbanización lanzan todos los desperdicios.

Es una práctica que a él no le gusta hacer, pero no tiene más alternativa. Ya el camión recolector del servicio de aseo urbano no circula por las calles internas de la comunidad, solo se limita a pasar por la externa en un horario que nadie conoce. “Pasa una o dos veces a la semana y medio recoge lo que ve en las esquinas o en la isla central”.

Parque Valencia
Los vecinos de Parque Valencia deben llevar sus desperdicios a la avenida principal de la urbanización (Foto: Dayrí Blanco)

Él recuerda con nostalgia como se vivía hace más de dos décadas en Parque Valencia. “Antes todo funcionaba perfecto… Yo pedía el gas un día a las 8:00 a.m. y a las 10:00 a.m. ya lo tenía en mi casa. No se iba la luz ni el agua y el aseo recorría las calles con regularidad… Esto se comenzó a deteriorar con el gobierno, lamentablemente voté por ellos pero ese cambio que prometieron lo que hizo fue destrozarnos el país hace 22 años”.

Mirna García vive en una de las esquinas de la avenida principal. A ella le afecta directamente todo el mal olor y la proliferación de insectos y roedores como consecuencia del vertedero que se ha improvisado en el sitio.

Desde un local comercial que tiene en la planta baja de su casa, y en el que vende ropa, ve cada vez que pasa el camión de la basura, en el que sus trabajadores laboran en condiciones que también reflejan la precariedad del servicio.

“No tienen implementos. Recogen solo por encimita con un cajón lo que pueden porque ni palas tienen. Trabajan sin guantes ni tapabocas”.

La intermitencia del agua

La basura no es lo único con lo que cargan los vecinos de esta urbanización de la parroquia Rafael Urdaneta. Ellos también deben lidiar con la intermitencia en el servicio de agua que les suministran solo dos veces a la semana. “A veces llega solo por una o una hora y media y no da tiempo ni de lavar completo la ropa”, expresó Ana Laguna, quien recolecta en tobos el agua que puede para abastecerse.

Parque Valencia
Las fallas de agua obligan a los vecinos a cargar con botellones por las calles (Foto: Dayrí Blanco)

Pero la calidad de lo que sale por las tuberías de Parque Valencia es tan cuestionable que recarga botellones en una casa cercana por un millón 500 mil cada una. “Lo poco que llega es muy sucio. Esto ya se convirtió en un problema de salud pública y las autoridades se hacen la vista gorda”.

A eso se suma el deterioro de la vialidad que tiene prácticamente a todas las calles llenas de huecos y muy difíciles de transitar. Laguna aseguró que los escasos planes de bacheo que se han implementado en Parque Valencia solo incluyen algunos tramos de la avenida principal.

Salud y educación al descuido

Parque Valencia se caracteriza por sus amplias casas, muchas de ellas con terrazas y grandes garajes. En esa comunidad habitan más de 25 mil personas en la actualidad y fue ideada para albergar a los ejecutivos de la zona industrial.

Pero de todos esos planes solo quedan infraestructuras que están totalmente al descuido. El Centro Médico Odontológico Parque Valencia fue inaugurado en 2006 por el entonces alcalde Francisco Cabrera. “Parecía una clínica pequeña, tenía de todo”, dijo Alicia Plaza, quien vive desde hace 39 años en la urbanización.

Parque Valencia
El centro de salud de Parque Valencia está descuidado (Foto: Dayrí Blanco)

Con el pasar de los años la falta de mantenimiento y la escasez de recursos e insumos se hicieron evidente. La mayoría de la infraestructura del techo está tan deteriorada que las goteras son innumerables.

Hace un año, aproximadamente, según precisó Plaza, la gestión municipal actual se llevó las sillas odontológicas y ese servicio dejó de prestarse. Además, “se han robado parte del cableado y de los aires acondicionados y dejaron de hacerle mantenimiento a las áreas externas”.

Pero eso no es todo. Ya los vecinos no saben qué días tienen las puertas abiertas del centro de salud “es más el tiempo que está cerrado”, y cuando laboran solo hacen solo durante la mañana.

Recordó que al comienzo de su gestión, el alcalde Marvez fue al ambulatorio y prometió que lo convertiría en una institución modelo, “pero no hicieron nada, solo fue un show para tomarse una foto ese día”.

Plaza denunció también la falta de inversión en las infraestructuras educativas del lugar, con lo que cuestiona que sea posible un reinicio a clases presencial porque “ni siquiera los baños funcionan”.

Es así como esta emblemática urbanización de Valencia está inmersa en un conjunto de problemas que se agravan con el paso de los días sin que las autoridades los solucionen.




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